Las razones para no perdonar a Salinas; según el “viejo AMLO”

El eterno aspirante presidencial, Andrés Manuel López Obrador, se dijo dispuesto a “perdonar” y a “fumar la pipa de la paz” con el expresidente Carlos Salinas de Gortari, a quien ha acusado desde hace poco más de dos décadas, de ser el jefe de la “mafia del poder”.

Políticamente, estos dos personajes no se pueden “ver ni en pintura”, pero su antagonismo termina por unirlos. Cuando la opinión pública escucha alguno de ellos la expresión de “El Innombrable“, sabe de quién se trata y quién lo dijo.

En estas dos décadas, López Obrador ha sido un fiel detractor de Salinas de Gortari, colocándolo en el imaginario colectivo, como la razón de todos los males que padece nuestro país.

Es de llamar la atención que, ahora el dueño de Morena esté dispuesto a “perdonar” a su “gran enemigo”. Por ello, tal vez el “nuevo” Andrés Manuel debería recordar las declaraciones que él mismo ha lanzado en contra de Carlos Salinas de Gortari:

1.- El Fobaproa: En un debate que protagonizó al lado del panista Diego Fernández de Cevallos, en marzo de 2000, López señaló a Alfonso Romo (su actual coordinador de proyecto de nación), Ernesto Zedillo y a Salinas de formar parte de “una pequeña camarilla” que se beneficiaron del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa).

El Fobaproa fue un mecanismo creado por el gobierno priista supuestamente para proteger a los bancos del incumplimiento de sus deudores suscitado por crisis financieras. AMLO aseguró que con ello se convertía en deuda pública la deuda privada, y calificó a este fondo como “el saqueo más grande de la historia después de la colonia”.

En la misma entrevista, el tabasqueño acusó al Jefe Diego de ser representante del PRIAN, cuyo líder era Carlos Salinas de Gortari.

2.- El “compló” de los videoescándalos: En 2004, cuando se dieron a conocer los llamados videoescándalos que captaron al entonces secretario particular del de Macuspana, René Bejarano y a su secretario de Finanzas del DF, Gustavo Ponce –recibiendo fajos de billetes y apostando en Las Vegas, respectivamente–, López Obrador acusó a Salinas de ser el autor de un “compló” en su contra.

3.- El Innombrable: Ese mismo año, Andrés Manuel, siendo jefe del Gobierno capitalino, inmortalizó el término que hace alusión a un personaje “tenebroso” de Harry Potter; refiriéndose al ex titular del Ejecutivo. La razón: ya tenía sus aspiraciones presidenciales claras y anticipaba así, cualquier “golpe”.

4.- El desafuero: El encono se agudizó en 2005, cuando el tabasqueño señaló a Salinas de aliarse con otros personajes como el expresidente Vicente Fox, para planear y llevar a cabo su desafuero.

5.- Guerra Sucia: El 10 de abril de 2006, Andrés Manuel aseguró que Salinas de Gortari, el banquero Roberto Hernández y el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Jean (ya exculpado por AMLO), se pusieron de acuerdo para desatar una “guerra sucia” en su contra.

6.- TLCAN: En diciembre de 2016, el de Macuspana calificó al expresidente como “el padre de la desigualdad moderna en México”.

Culpó a Carlos Salinas y al neoliberalismo de todos los males, “porque le apostó a las fuerzas del libre mercado y redujo la función del Estado. Por cierto, AMLO apuesta por las viejas usanzas del PRI, el “nacionalismo revolucionario”.

El TLCAN fue signado por Salinas en diciembre de 1992. México, Canadá y Estados Unidos acordaron que su entrada en vigor fuera el 1 de enero de 1994.

A pesar del “perdón” que Andrés Manuel López Obrador otorgó a Carlos Salinas de Gortari, no es la primera vez que el tabasqueño hace “guiños” al expresidente.

En abril de 2017, el dueño de Morena, acompañado de Alfonso Romo, fue cuestionado por la cercanía entre Salinas y el coordinador de proyecto del tabasqueño, a lo que López respondió:

“Miren, los amigos de mis amigos… son mis amigos”.

El “viejo AMLO” no estaría de acuerdo con este convertido mesías tropical, al que aparentemente le medicaron no solamente Amlodipino, sino unas buenas dosis Clonazepam.

Ahora todo lo ve “burlón, amoroso y perdonable”. Y por supuesto, la incongruencia sigue… y continuará.