#LadyCajero y el mal humor social

La imagen habla por sí sola: un par de mujeres intentan sacar dinero en un cajero automático. Mientras la primera realiza la transacción, la segunda utiliza un suéter para cubrir a su acompañante de la cabeza a la cintura.

Para sorpresa de nadie, la instantánea se convirtió en motivo de burlas. Al grado que hoy ya se les conoce como Lady cajero.

Sin embargo, las burlas de las redes han refrendado la miopía de quienes se concentran en la forma e ignoran la sustancia. De quienes no logran ver el mensaje que manda esta escena.

Pocos se detuvieron a reflexionar, ¿qué llevó a una mujer a cubrir de ese modo a su acompañante mientras intentan retirar dinero? ¿qué habrán vivido para recurrir a una medida que se antoja desesperada? ¿qué habrán visto? ¿qué les habrán contado? ¿cuál es el grado de desesperación, de enojo, de desencanto, de desconfianza y de temor que lleva a dos mujeres a sacar dinero en medio de un austero –pero llamativo– sistema de protección personal?

A todas luces, el mensaje demoledor de la Lady Cajero pasó desapercibido para los usuarios de las redes que prefirieron la mofa al análisis y la reflexión. Para muchos fue más entretenido ridiculizar a las mujeres en vez de tratar de entender su realidad y todo lo que las llevó a actuar de esa manera.

Lo cierto es que las burlas en redes deberían alertar a las autoridades que, por un lado, están obligadas a atender la desconfianza y el temor que se encuentran atrás de esta imagen; y que, por otro lado, también deben enfrentar –y combatir– la falta de sensibilidad de una sociedad que parece ajena al sufrimiento y a las preocupaciones de terceros.

Por donde se mire, la imagen de Lady Cajero es una llamada de atención para la sociedad mexicana. No obstante, la propia sociedad parece decidida a ignorar el mensaje.