La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) se convirtió en “un negocio” para algunos abogados que buscaron lucrar con quienes han sufrido múltiples agravios, por lo que su “vocación humanista se pervirtió”, escribió la extitular del organismo, Mara Gómez Pérez, en su carta de renuncia al cargo que fue revelada este miércoles.
En su misiva, dirigida a la senadora Mónica Fernández Balboa, presidente de la Comisión Permanente, y al presidente Andrés Manuel López Obrador, Mara Gómez advirtió que nadie se ocupó de consolidar dicha institución, fundamental para el Estado mexicano.
“Se pretendió convertir la reparación integral en sinónimo de dinero, repartido de forma discrecional, sin transparencia ni rendición de cuentas. No sorprende que en estas condiciones, también se haya querido hacer de la CEAV, patrimonio y botín de intereses políticos’’, denunció en su carta de renuncia fechada el 23 de junio de 2020.
Asimismo, aseguró que su naturaleza fue reemplazada con una fórmula clientelar, centrada en el reparto de recursos económicos, usando el dinero para pagar la falta de verdad y justicia”.
