La tormentosa (y prolongada) relación de AMLO con el aeropuerto

El 22 de octubre de 2001, el entonces presidente Vicente Fox le anunció al país el proyecto para la construcción de un nuevo aeropuerto en la Ciudad de México.

Se ubicaría en las inmediaciones de San Salvador Atenco, en el Estado de México.

Al día siguiente del anuncio y de la publicación en el Diario Oficial del decreto expropiatorio de las tierras que se usarían, comenzaron las protestas.

Pero éstas no sólo vinieron de los ‘macheteros’, sino de quien era jefe de Gobierno del Distrito Federal: Andrés Manuel López Obrador.

Un mes y medio después de que se diera a conocer el proyecto, AMLO señaló que se enviaría a Fox una propuesta para que, en lugar de construir un nuevo aeropuerto, se ampliara el actual. “Ampliar el actual, esa es la propuesta que no se ha explorado suficiente… vamos a enviar al presidente el anteproyecto que tenemos, de un grupo de ingenieros que está haciendo la propuesta”, dijo el 11 de diciembre de 2001.

El proyecto implicaba la construcción de una tercera pista hacia los terrenos en donde se encontraba el Bordo Poniente.

El intento de detener el proyecto tomó un cariz legal, pues desde diciembre de 2001 presentó a la Suprema Corte un recurso para suspender el proyecto y frenar la presentación de ofertas por parte de 24 empresas interesadas.

El 7 de junio de 2002, la Suprema Corte rechazó el recurso del jefe de Gobierno y el proyecto siguió adelante… junto con las protestas.

En julio de 2002, en sus conferencias mañaneras, López Obrador se mostró satisfecho de las declaraciones de Fox que hablaban de reconsiderar la ubicación del proyecto y propuso a Tizayuca, Hidalgo, como la mejor opción.

Pero el 16 de julio señaló que otra opción era habilitar al aeropuerto de Toluca como terminal de vuelos internacionales y dejar al actual sólo para vuelos nacionales.

Al final, Fox se rindió y el 1 de agosto de 2002 anunció la cancelación del proyecto, una decisión que marcó un antes y un después en su sexenio, pues mostró incapacidad política para hacer grandes cambios en México.

Ya como precandidato del PRD en noviembre de 2005, AMLO volvió a proponer Tizayuca: “Habrá aeropuerto en Hidalgo, vamos a echar a andar un nuevo aeropuerto de pasajeros, vamos a construir un tren rápido de Tizayuca al Distrito Federal”, dijo en Pachuca el 4 de noviembre de 2005.

El tema aeroportuario abandonó la agenda de AMLO por años.

El 1 de septiembre de 2014, durante su Segundo Informe de Gobierno, el presidente Peña anunció el proyecto para un nuevo aeropuerto en la CDMX, que habría de ubicarse en Texcoco.

Fue el 4 de noviembre de 2015 cuando AMLO presentó su nueva ocurrencia, perdón, proyecto. Éste fue elaborado por José María Rioboo (constructor de los segundos pisos del Periférico) y Sergio Samaniego.

El 13 de noviembre de 2015 su propuesta fue presentada a las autoridades del gobierno federal.

No sería sino una mera curiosidad, de no ser porque es respaldada por el candidato que en este momento tiene más posibilidades de ganar la elección, y el proyecto requiere el respaldo de la nueva administración que llegará el 1 de diciembre, para ser concluido.

La relación de AMLO con un nuevo aeropuerto en la CDMX ha sido tormentosa desde hace 17 años y todo indica que lo seguirá siendo por un buen tiempo, al margen de lo que suceda con la elección.