La Profeco actúa… pero fastidia las vacaciones de ciudadanos

Apenas inicia la semana santa y ya comienza el jugueteo político con todo lo relacionado al asunto vacacional.

Resulta que este martes, el señor Ernesto Nemer –titular de Profeco–, acudió a la Central Camionera del Norte –en la Ciudad de México–, y clausuró las ventanillas de las líneas de autobuses y taxis que no exhiben sus precios.

Sin duda, el señor Nemer hizo su trabajo.

Sin duda, la Procuraduría del Consumidor está para defender los intereses de los consumidores.

Y sin duda, Ernesto Nemer cumplió con sus obligaciones.

Sin embargo, no está de más preguntar, ¿qué pasará con los miles de viajantes que contaban con adquirir un boleto de viaje en alguno de los mostradores clausurados?

¿Cómo harán los viajantes, las familias y todos los que pensaban salir de la Ciudad de México a través de la Terminal del Norte?

El propio Nemer advirtió que en temporada vacacional, el flujo de viajantes se incrementa de 50 mil a 70 mil, ¿habrá pensado en todos ellos cuando decidió clausurar los mostradores de las líneas de autobús?

Es probable, sin embargo, que la Profeco salga con la chabacanada de que los autobuses seguirán operando para no poner en riesgo las vacaciones de los capitalinos. Sin embargo, eso retrataría de cuerpo completo una medida oportunista y con todos los vicios de origen.

¿Es ése el tipo de Procuraduría que intenta dirigir el señor Nemer?

Por donde se mire, es muy clara la desesperación de Ernesto Nemer. Y es que, como ya hemos comentado, la Profeco ha servido de trampolín a otros políticos –como Lorena Martínez, quien hoy busca la gubernatura de Aguascalientes–, y dado que Nemer coquetea con el gobierno del estado de México, hoy tropieza en la Central del Norte con una sanción que dejará sin vacaciones a miles o que desnudará a la Profeco como una dependencia que sólo finge que trabaja.