La ley prohíbe “megabancada” que quiere Morena

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Foto: El Heraldo de México

La “megabancada” con la que sueña Morena para poder agandallarse con la Mesa Directiva y con la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados se quedará solo en la imaginación de Ignacio Mier Velasco.

La Ley Orgánica del Congreso de la Unión establece en su artículo 4 que los Grupos Parlamentarios deberán integrarse a partir de cada partido político “cuyos candidatos hayan obtenido su constancia de mayoría y validez o que hubieren recibido constancia de asignación proporcional”.

Cada partido, por separado, debe comunicar a la Secretaría General, a más tardar el 28 de agosto, –es decir, el próximo sábado– la integración del grupo parlamentario, con el documento en que consten los nombres de los diputados electos que lo conformarán y el nombre del coordinador del grupo.

Es decir, los dirigentes del PT y del PVEM no pueden comunicar a la Secretaría General que decidieron formar una sola bancada con Morena, pues de inicio, cada partido debe formar su propio Grupo Parlamentario.

Ya una vez creados los grupos, algunos diputados del PT y del PVEM podrían pasarse a la bancada de Morena para darle la mayoría absoluta que necesita, pero se ve difícil que esto ocurra, pues el partido guinda necesita de 53 diputados adicionales para lograr este objetivo.

De entrada, Morena tendrá que crear su Grupo Parlamentario con sus 198 diputados, lo que le impedirá tener al mismo tiempo la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política, que, de acuerdo con la Ley Orgánica, deberá recaer en el PAN, como segunda fuerza política.

Al no tener ningún partido por sí mismo la mayoría absoluta (251 diputados), la Presidencia de la Junta de Coordinación Política tendrá que rolarse por ley entre el PAN, el PRI y Morena, durante los tres años que dura la legislatura.

Crear una “megabancada” también es inviable en términos políticos, porque difícilmente los dirigentes del PT y del PVEM renunciarán a tener sus propios Grupos Parlamentarios, que les reditúan no solo cuotas de poder, sino millonarias prerrogativas a las que no renunciarán.