Lo que comenzó como un chisme de la farándula entre la vedette Niurka Marcos y la actriz Laura Zapata—por supuestas amenazas de muerte a través de las redes sociales—, terminó en las oficinas de la Procuraduría capitalina.
Y es que la vedette cubana—asesorada y acompañada por la actriz y diputada federal por el PRI, Carmen Salinas—, se presentó ante las autoridades capitalinas para interponer una denuncia en contra de la señora Laura Zapata.
De acuerdo con las propias palabras de la diputada Salinas, el propio subprocurador las recibió personalmente para levantar las actas correspondientes por las presuntas amenazas de muerte. Asimismo, “La Corcholata” informó que las autoridades proporcionaron “protección policiaca” a la vedette.
Según Niurka Marcos, Carmen Salinas le ofreció ayuda porque “tiene responsabilidades a nivel gobierno” y lo único que hizo la diputada priista fue “una acción de apoyo a la ciudadanía”.
Pero, ¿Cuántas acciones de “apoyo a la ciudadanía” ha hecho la señora Salinas? ¿”Carmelita” Salinas quería acaparar reflectores y no precisamente por su carente trabajo legislativo? Y es que a los ojos de muchos, el influyentismo que posee Carmen Salinas, le dio trato preferencial a la vedette.
Y así, ¿Cuántos capitalinos son atendidos con prontitud? ¿Cuántos habitantes de la Ciudad de México son recibidos personalmente por el subprocurador? ¿Cuántos casos de personas que no son “famosos” son atendidos?
Cabe señalar que en abril de 2013, Laura Zapata recibió “trato VIP” del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, luego de que la actriz le pidiera ayuda—a través de Twitter—porque su hijo tuvo un percance automovilístico. Mancera turnó el caso inmediatamente al procurador capitalino, Rodolfo Ríos Graza; y la acción causó indignación entre los usuarios de las redes sociales porque a la actriz se le dio trato preferencial.
Si bien las autoridades han resuelto con prontitud casos como los asaltos que se han dado en Periférico, ¿Hay que ser “figura pública” para que se dé trato preferencial?
