La iglesia y el narco, más cerca de lo que se cree

Este jueves, el país amaneció con la noticia de un violento motín en el penal de Topo Chico, en Nuevo León. Según las cifras oficiales, en el lugar murieron 49 personas y una docena resultó herida. El hecho, como sabe, ocurrió horas antes de que el Papa Francisco aterrice en México por primera vez. Por eso, no está de más preguntar, ¿qué tan cercana es la relación entre la iglesia católica y el crimen organizado? Para tener una idea, presentamos el siguiente recuento.

  1. A diferencia de Benedicto XVI —quien visitó León, Guanajuato, en 2012—, Francisco encabezará actos públicos en dos de los estados más violentos del país: Chihuahua y Michoacán. En el primer estado —Chihuahua—, el pontífice estará en Ciudad Juárez —en la frontera con Estados Unidos—, uno de los municipios más violentos del país. Además, no sobra recordar que apenas ayer, el gobernador de Chihuahua, César Duarte, reconoció que había recibido 500 amenazas de muerte. Por otro lado, en Michoacán, Francisco pisará el territorio que disputan los remanentes de La Familia, de los templarios, el cártel Jalisco Nueva Generación, los Rojos, los Zetas y otros grupúsculos.
  2. Durante los episodios más álgidos de la crisis de seguridad en Michoacán, el padre Gregorio López —Goyo—, atrajo los reflectores del mundo entero. Sus diferencias con el alcalde de Apatzingán, Uriél Chávez, a quien Gregorio acusó de tener vínculos con los delincuentes organizados, lo llevaron a oficiar misa con chaleco antibalas y, eventualmente, a ser suspendido de su ministerio por el Obispado de Apatzingán.
  3. En noviembre de 2014, en una fosa de Iguala, Guerrero; se encontraron los restos del sacerdote ugandés John Ssenyondo. El prelado había desaparecido siete meses antes, tras cinco años en el clero de esa región. Según se dijo, el africano habría sido asesinado por negarse a bautizar al hijo de un presunto delincuente luego que sus padrinos no estaban casados. No obstante, la diócesis no confirmó los motivos del ataque. Para diciembre de 2014 se tenían registrados nueve sacerdotes asesinados desde el arranque del gobierno de Enrique Peña.
  4. En 2013, la iglesia católica difundió una serie de cortometrajes y documentales que abordaban temas del crimen organizado. La serie de 12 producciones se llamó “Hermano Narco” y su objetivo era promover la cultura del perdón ante la violencia del crimen organizado. Los sectores de la población retratados en el proyecto fueron migrantes, militares, medios de comunicación y el propio clero.
  5. Durante años, los sacerdotes han guardado los secretos de los criminales. Bajo el secreto de confesión, los clérigos se enteran de asesinatos, de secuestros, de asaltos, de violaciones y de todo tipo de faltas. No obstante, el mismo secreto de confesión les prohibe acudir a la autoridad para denunciar los hechos. Es así que los sacerdotes se suman a la cadena de impunidad que permite que el crimen organizado siga creciendo.
  6. Quizá uno de los casos emblema de cómo los criminales apelan al secreto de confesión es el de Alejandro Solalinde, un sacerdote que adelantó que los 43 normalistas de Ayotzinapa habían sido asesinados por criminales organizados. Días antes de que la Procuraduría General de la República explicara la forma en que los estudiantes habían perdido la vida, Solalinde admitió que uno de los responsables de la matanza le había contado los pormenores del hecho durante una confesión.
  7. En noviembre de 2010, en el semanario Desde la Fe, la iglesia católica reconoció que ha recibido dinero del “más sucio y sanguinario negocio”. La alta jerarquía admitió que en algunos estados, las arcas eclesiásticas utilizaron recursos del narco para la edificación de capillas. En el semanario, el arzobispado aceptó que el acto era inmoral y doblemente condenable. Además, la iglesia señaló que prácticamente todos los estados y todas las actividades productivas habían sido tocadas por el crimen organizado.
  8. A propósito de las “narcocapillas”, en Pachuca existe un templo construido con dinero de Heriberto Lazcano, el Lazca, líder de los Zetas y asesinado en 2012. En la capilla se encuentra una placa donde la iglesia católica agradece el apoyo de Lazcano. Además, cada 2 de febrero se conmemora la inauguración del templo con grandes fiestas donde abundan el alcohol, la comida y las bandas norteñas.
  9. Otra “capilla” vinculada al crimen organizado es la de Jesús Juárez Mazo, mejor conocido como Malverde; el santo de los narcos. Oficialmente, la iglesia católica niega que Malverde sea un santo. No obstante, a espaldas del palacio de gobierno de Sinaloa —en Culiacán—, se encuentra una pequeña capilla donde abundan las imágenes de Jesús Malverde, de San Judas Tadeo, de San Charbel y la Virgen de Guadalupe. Al lugar suelen acudir los criminales a agradecer por los favores recibidos. Además, cada tres de mayo, la imagen de Malverde sale de la capilla, es montada sobre una camioneta y la pasean por Culiacán entre alcohol, cigarros, disparos al aire y música de banda.
  10. En diciembre de 1993 y en enero de 1994, el Nuncio el nuncio apostólico, Girolamo Prigione, se entrevistó con Ramón y Benjamín Arellano Félix en la sede de la nunciatura apostólica. Según se sabe, el encuentro sirvió para que Prigione intercediera por los Arellano Félix quienes fueron acusados de haber asesinado al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. No obstante, también es cierto que investigaciones periodísticas revelaron que la diócesis de Tijuana mantenía vínculos cercanos con el cártel de los Arellano.
  11. El encuentro entre el Nuncio Prigione y los Arellano Félix ocurrió gracias a la mediación del sacerdote Gerardo Montaño quien denunció la cercanía entre el obispo de Tijuana, Emilio Berlié y el cártel de los Arellano Félix. De hecho, el mismo Montaño admitió haber entregado documentos sellados de los Arellano Félix que iban dirigidos a la nunciatura y al propio Papa Juan Pablo II. Las denuncias de Montaño lo obligaron a exiliarse en California donde falleció en enero de 2010.
  12. Finalmente, el vínculo más conocido entre el crimen organizado y la iglesia católica es el antes mencionado asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quien perdió la vida en el estacionamiento del aeropuerto de Guadalajara. Algunos dicen que Posadas fue alcanzado por una bala en un fuego cruzado, otros dicen que lo confundieron con el Chapo Guzmán; otros más aseguran que el Cardenal era el blanco del ataque.
  13. ¿Y por qué es importante relacionar la visita del Papa con el crimen organizado? Porque el Sumo Pontífice es visto por la grey católica como el pastor del rebaño. En consecuencia, un buen pastor debe atender a las ovejas descarriadas. Además, Francisco ya ha dado muestras de su intención de combatir al crimen organizado. En junio de 2014, el Pontífice excomulgó a la mafia italiana, ¿veremos algo similar en México?