Cuando el gobernador de Zacatecas, David Monreal Ávila, adjudicó la violencia a la “herencia maldita” que recibió, se dio un balazo en el pie, pues la mano de los hermanos Monreal ha estado metida en las administraciones estatal y municipales durante los últimos 23 años.
De 1998 a 2004 el gobernador fue Ricardo Monreal, en cuya gestión se inició la descomposición en el estado debido a que los grupos de la delincuencia organizada encontraron condiciones propicias para operar.
Ricardo Monreal perfiló como sucesora a Amalia García, quien no fue capaz de evitar la ola de violencia extrema que desde entonces sacude a la entidad. Con ella empezaron las decapitaciones y los cuerpos colgados de puentes.
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El sucesor de Amalia fue Miguel Alonso Reyes, formado políticamente por Ricardo Monreal, y quien incluyó a su gabinete a varios fieles monrealistas, entre ellos Arturo Nahle, padre de la actual secretaria de Energía del gobierno federal, Rocío Nahle.
Pero además, David Monreal fue presidente municipal de Fresnillo del 2007 al 2010. Y actualmente, el alcalde de esa ciudad es su hermano Saúl Monreal, quien está en el cargo desde el 2018, toda vez que en las elecciones del pasado 6 de junio fue reelecto.
La “Herencia Maldita” de los Monreal en Zacatecas
Fresnillo, que ha sido gobernado durante varios años por los Monreal, es el municipio más violento de Zacatecas, y uno de los más inseguros a nivel nacional.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana que dio a conocer el INEGI en octubre del 2021, el 94.3 por ciento de los habitantes de Fresnillo afirmó que al vivir ahí se sienten inseguros.
Queda claro entonces que si en Zacatecas hay una herencia maldita, ésta es producto de varios años en los que los hermanos Monreal han influido en la vida política del estado.
JC
