¡LA DICTADURA YA ESTÁ AQUÍ; LAS PRUEBAS!

En Corea del Norte, la dictadura gobernante vive la tercera generación. Es decir, Kim Jong-un, el actual dictador, es nieto del fundador de la dinastía; Kim II-sung.

Aquí la primera pregunta. ¿Cómo fue posible perpetuar del padre, al hijo y al nieto un régimen de terror como el de Corea del Norte?

La respuesta no es ninguna novedad; mediante propaganda, culto a la personalidad y adoctrinamiento; todo desde el poder del Estado.

Te puede interesar | ¡LA VENGANZA DE AMLO CONTRA ROSARIO ROBLES!

Propaganda, culto a la personalidad y adoctrinamiento ilegales, de corte fascista, dirigidos a toda la población, desde estudiantes de primaria, secundaria y, en general, a todos los ciudadanos.

En México la propaganda ilegal del nuevo gobierno la vemos todos los días, desde las llamadas “mañaneras” que, en los hechos, son una Cadena Nacional de Propaganda de Estado, ya que los medios –radio, televisión y digitales–, son obligados a trasmitir la ilegal “propaganda mañanera” en vivo.

Pero no es todo. A esa aplastante e ilegal propaganda con dinero público se sumará, a partir del nuevo ciclo escolar, el adoctrinamiento obligatorio en todas las escuelas públicas; primaria y secundaria.

Es decir, la Secretaría de Educación Pública distribuirá un todas las escuelas de educación básica un pequeño libro titulado “Nueva Escuela Mexicana”, que dará a conocer metas y objetivos del nuevo gobierno.

Además, el libro incluye un grosero culto al presidente Obrador, ya que incorpora la lectura en el salón de clases de una “Carta del Presidente” con el instructivo de que “celebremos con aplausos que el gobierno de la República valora nuestro esfuerzo”.

¿Qué significa lo anterior?

Es la reproducción –una calca en sepia–, del culto a la personalidad, la propaganda y el adoctrinamiento que implantó en Corea del Norte el patriarca de la dictadura Kim, y que permitió perpetuar por generaciones esa dictadura.   

Asistimos, en rigor, a una clara estrategia dictatorial que promueve, de manera ilegal, la propaganda a favor del gobierno de Obrador, el culto a la personalidad del presidente y el adoctrinamiento.

¿Y la Constitución? ¿Y los contrapesos? ¿Y los anticuerpos de la democracia? Nadie sabe dónde están. Lo que sabemos es que al mismo tiempo se busca dar carta de naturalización a la criminalización de la protesta y la marcha callejera; en Tabasco será más penado protestar que robar o matar. 

Y es que otro experimento con claros tintes dictatoriales entrará en vigor el día de hoy en Tabasco; la llamada “Ley Garrote”, que castiga hasta con 13 años de cárcel la protesta callejera, el plantón y la manifestación.

Dicho de otro modo, resulta que el gobierno de Obrador castigará con cárcel a todos aquellos que se opongan a sus locuaces proyectos faraónicos. ¿Y dónde quedan garantías como los derechos humanos y el derecho de manifestación? También están perdidos esos derechos y esas libertades.

Pero tampoco ahí termina la tentación dictatorial del gobierno de Obrador. En Baja California, por un lado y a nivel nacional, por el otro, el presidente ensaya la reelección.

En el primer caso, todos conocen la llamada “Ley Bonilla”, que compró –de manera literal–, el gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla. Se trata de una modalidad de reelección que de manera ilegal avalaron diputados de todos los partidos, a cambio de millones de pesos.

Y el segundo caso es la promesa presidencial, firmada ante Notario Público, de que Obrador no buscará la reelección presidencial. ¿De qué se trata? De un montaje que terminará con una consulta a mano alzada en la que “el pueblo bueno” le otorgará a Obrador la extensión de mandato, igual que por dinero extendieron el mandato del gobernador Bonilla.

Al final, la última prueba de que ya está entre nosotros la dictadura, es la Ley de Extinción de Dominio; en su versión federal y en su modalidad para la Ciudad de México. En los dos casos esa legislación se presta para perseguir a la clase media, a la que se puede despojar de sus propiedades a contentillo del Estado.

Así o más claro que el gobierno de Obrador ensaya políticas públicas que confirman el arranque de una dictadura. ¿Lo dudan?

Al tiempo.