Hemos acudido a la creación, reproducción o clonación de una especie extinguida hace más de 13 mil años, los lobos terribles. La empresa Colossal Biosciences los creó con ingeniería biogenética, a partir de un diente de 13 mil años y un cráneo de más de 70 mil años, ha realizado un trabajo espléndido. Los ha nombrado Rómulo, Remo y Kaci, y sin duda, marcan una etapa en los estudios del ADN y las impactos en todo aquello que tiene que ver con la vida, con la flora y fauna en nuestro planeta.
Desde luego la oportunidad y esperanza de vida se modifica; se incrementa la posibilidad de ampliar la vida misma, animal y la parte humana, con las consiguientes variaciones en los conceptos de tiempo, ética moral y científica, y la reproducción de personajes que posean las condiciones para su reproducción o clonación.
Veremos un gran debate científico, biológico, bioético, biogenético y sus variantes sociales, económicas, políticas y militares.
También ocurre este proceso en el pensamiento, las ideas que se reciclan, se recrean o vuelven a producirse en circunstancias distintas, en condiciones variables y con impactos diversos.
Son las ideas del eterno retorno; de la historia que se repite primero como tragedia y luego como comedia; la de la añoranza del tiempo pasado que fue mejor; en fin una serie de variantes sobre la historicidad o la caducidad de las personas, las ideas, las cosas y sus relaciones.
Habrá múltiples reacciones y reflexiones, en el contexto de guerra comercial y ante la posibilidad de mantener a personajes difíciles para el mundo, volvemos a la noria de la constante reflexión sobre lo mejor de la vida, lo necesario de la misma y las características disponibles para la sobrevivencia del mundo.
Son tiempos difíciles, para la vida, la convivencia social y la asignación de posibilidades desde el gobierno en la idea de humanidad misma.
Ya veremos los derroteros de este proceso que han generado unos hermosos cachorros.
