Hoy jueves, en medio de la crisis que se vive en México por el coronavirus, el presidente Andrés Manuel López Obrador dedicó casi toda su mañanera en rendirle tributo a Venustiano Carranza, quien promulgó la Constitución de 1917 y que ahora el mismo tabasqueño, como presidente, ha violentado.
López recordó los 100 años de la muerte de Carranza, y algunas de sus acciones y su forma de liderar y gobernar a México de manera constitucional de 1917 a 1920.
¿No es irónico?
El presidente dando cátedra sobre la revolución, la ética, las lealtades y las traiciones, mientras le importa un comino violar de manera constate la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que promulgó el mismisimo Carranza, en el año de 1917.
Pues tan solo recordemos las consultas patitos que ha realizado para construir o cancelar obras, sus múltiples informes, su firma en documentos, etc. Nunca antes un mandatario había realizado este tipo de actos, lo que demuestra y ratifica el desprecio que siempre ha tenido por la ley quien ahora rige los destinos del país.
Asimismo recordemos que el año pasado, durante el evento realizado en Querétaro por el 103 Aniversario de la Promulgación de la Constitución de 1917, AMLO afirmó que no se logró crear un verdadero sistema democrático en el país.
“No se pudo lograr un verdadero sistema democrático en el país, ni pudo la Revolución con eso, a pesar de que fue profunda, se hizo a un lado a don Porfirio pero se quedó doña Porfiria, y se simuló y México se distinguió por ser uno de los países más antidemocráticos del mundo y eso lo tenemos que corregir, tiene que haber democracia”, expresó.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar el cinismo del presidente de la República? ¿Hasta cuándo podrá hacer y deshacer lo que le venga en gana con el país?
