Después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que buscaría reducir la carga fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex), con una inyección económica de 15 mil millones de pesos (207 millones de dólares) para este 2019, diversas entidades financieras no vieron con optimismo dicha propuesta.
Uno de los bancos más importantes de Estados Unidos, JP Morgan, declaró que se “decepcionaron” con la propuesta del político tabasqueño, pues la cantidad de dinero que piensan utilizar es insuficiente.
Ya que la paraestatal necesita, alrededor, de 775 millones de dólares —cifra muy superior a los 207 millones que piensa otorgar AMLO— para poder se sustentable.
Por su parte, el banco español Bancomer, prevé que las medidas de AMLO “no resuelven los problemas estructurales” de la paraestatal.
“Se gana tiempo con el apoyo financiero que recibirá Pemex por parte del gobierno federal, pero la calificación crediticia de la empresa continúa en riesgo”, se lee en un reporte de BBVA Research, rubricado por su economista en jefe para México, Carlos Serrano.
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Mientras tanto, Citibanamex —también por medio de un comunicado— señaló que “la administración no tiene un diagnóstico apropiado del problema en Pemex”; sobre todo en el rubro de la solvencia, ya que el gobierno es el único acreedor de la compañía.
Asimismo, consideraron que con esta estrategia Pemex no será más eficiente, ni más redituable; además harán falta socios que sí contemplaba la reforma energética
