INSTINTO MATERNAL O EL DESEO DE SER MADRE

Dra. María Elena

La naturaleza de la mujer la ha dotado de la capacidad de poder reproducirse y darle vida a un ser humano, pero esta capacidad biológica se ha visto influida por factores culturales, sociales y familiares.

Estos factores a su vez, han dando origen a lo que se denomina “el instinto maternal” que no es más que la creencia de que por ser la mujer dadora de vida, llegará el momento en que dicho instinto se active y entonces tendrá que convertirse en madre por el solo hecho de ser mujer.

Sin embargo, la existencia del instinto maternal no se ha comprobado científicamente, pero sí se ha mantenido en la sociedad, generando señalamientos si la mujer decide no ser madre.

En la actualidad, son diversas las áreas en que la mujer busca un desarrollo pleno antes de pensar en la maternidad. Entre otros destacan el aspecto profesional, una posición económica desahogada, un empleo estable y una relación de pareja satisfactoria.

La mujer que decide tener un hijo se enfrenta a la gran tarea de cimentar de manera armoniosa la unidad que formará con su hijo durante el embarazo —-en donde los dos son uno mismo—; para después del nacimiento poder disolver esta unidad y convertirse en dos personas separadas y distintas.

Este trabajo psíquico por parte de la madre —-en donde primero se fusiona con su bebé para después iniciar una separación paulatina de su hijo—-, es largo y doloroso, corre a la par de las diferentes etapas del desarrollo del niño, desde el nacimiento hasta la etapa adulta.

Es por esto que la decisión de ser madre se genere a partir del deseo y no de un instinto que es más una presión sobre la mujer que la aspiración de ser madre. 

Las expectativas que cada mujer tenga sobre la maternidad igualmente estará influenciada por: la relación que haya tenido con su propia madre, la relación con su pareja, la educación y el entorno social serán los aspectos que influyan sobre el deseo de la mujer de ser madre o no.

Igualmente, la mujer tendrá en la mente la imagen del tipo de madre que desea ser: una madre tradicional –que vive para sus hijos– o una madre moderna –, que no quiere renunciar a otros aspectos de su vida, o una madre que encuentra un equilibrio entre cuidar a sus hijos y conservar aquellos aspectos de su vida como los profesionales, laborales y sociales que la hacen sentir más plena.

El instinto es un mito y el deseo de ser madre lleva a la mujer a considerar los diversos aspectos que contempla el ser madre.

 

 

Por: Psic. Ma Elena Salazar P.