Un informe reveló que el Tramo 5 del Tren Maya causará daños “severos” y “críticos”, algo que no se cansa de negar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Tanto trabajos preparatorios y provisionales, así como la construcción de un conjunto de obras para el desarrollo del Tramo 5 Sur del Tren Maya —de Playa del Carmen a Tulum— afectará una superficie total de 516 mil 758 hectáreas, con impactos que calificaron como “severos” y “críticos” en los sistemas kársticos, por derrumbes y hundimientos por la operación de maquinaria, daños a la integridad de cenotes y pérdida de cobertura vegetal.
Estos y otros daños previstos se revelaron en la Manifestación de Impacto Ambiental, modalidad Regional (MIA-R), que presentó ayer el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para la evaluación del proyecto.
Al fin, la dependencia federal puso a disposición pública el resumen ejecutivo y la MIA. Sin embargo, los nombres de los responsables de su elaboración fueron testados bajo pretexto de preservar los datos personales; pero, aparecen los logotipos del Conacyt y del INECOL, junto con el de Fonatur en la documentación consultada, pese a que no se les menciona como instituciones a cargo del estudio de impacto ambiental.
Dicho documento de carácter preventivo, que debió presentarse antes de iniciada la devastación de la selva de Playa del Carmen a Tulum y no después, admite que en el trazo hay selva mediana, vegetación secundaria, manglar y tular, así como suelos kársticos y flujos subterráneos que representan “el mayor reto del TM-5 Sur”.
Mientras que entre los impactos adversos “moderados” se admite que habrá afectaciones derivadas de la apertura de caminos de acceso, desmontes, trazos y nivelación, despalme y obras provisionales.
¿Cuáles son los impactos y su gravedad?
Los impactos “adversos moderados” contemplan la integridad física de los cenotes y daños al suelo por generación, manejo, almacenamiento y disposición inadecuados de residuos sólidos, de manejo especial y peligrosos, durante la etapa de preparación de la zona.
Asimismo, los “adversos críticos” abarcan los procesos de compactación que cambian la permeabilidad del sitio y modificación de infiltración por la remoción de la vegetación y cambio de permeabilidad del suelo.
Por su parte, los impactos “críticos” contemplan la pérdida de la cobertura vegetal en 485 mil 476 hectáreas por desmonte, y como “severos”, la afectación de individuos de especies de flora y fauna en alguna categoría de riesgo en la Norma Oficial Mexicana 059, por el uso de maquinaria.
También “se prevé la alteración al paisaje, que impacta la calidad escénica; la modificación del uso del suelo, la alteración de sitios naturales o monumentos en yacimientos arqueológicos, la modificación de usos y costumbres de poblaciones indígenas, como impactos moderados a severos, por ejemplo”.
Como era de esperarse, un informe reveló que el Tramo 5 del Tren Maya causará daños “severos” y “críticos”, algo que sigue rechazando el gobierno de López Obrador.
Con información de El Universal
JZ
