Sin duda la inseguridad y la violencia solo incrementaron en los últimos 10 años, pues ahora México es más peligroso que en 2010, fecha en la que el Instituto Nacional de Estadística Geografía (Inegi) realizó el último censo de población.
Ante esta situación, los encuestadores se enfrentan a una realidad que pone en riesgo su vida, ya que en algunas regiones la incidencia delictiva es demasiado alta y no permite que desarrollen su labor de manera segura.
Cabe recordar que el pasado 9 de marzo, balearon a Mauricio Martín Santiago —encuestador del Censo de Población y Vivienda 2020 que se aplicará durante el mes de marzo–, en la Víctor Henestrosa, de la colonia Magisterio Democrático, en el municipio de Juchitán, Oaxaca.
Según el Inegi, un par de sujetos a bordo de una motocicleta le dispararon al encuestador, por lo que en estos momentos su estado de salud es grave. Sin embargo, las autoridades locales ya están realizando las pesquisa correspondientes.
Solo basta con irse a los registros del Secretariado Nacional Ejecutivo de Seguridad Pública para percatarse que México ahora ya es más violento, pues en el 2010 se contabilizaron 25 mil 757 homicidios, no obstante la cifra se incrementó a 34 mil 558 en 2019 –34.1 por ciento más en una década–.
Inegi preparó medidas de prevención
Cabe señalar que el Inegi ha implementado ciertas medidas de precaución para no poner en riesgo a los encuestadores –como aplicar el test en hojas de papel y dejar de usar el uniforme para no llamar la atención–, especialmente para aquellos que ingresan a zonas conocidas como focos rojos.
“Diseñamos mecanismo de repliegue, de compactación, negociamos horarios y días de entrada o formas de ingreso, es decir, planificamos estrategias que nos permitan llegar a zonas de difícil acceso en el territorio nacional”, explicó Edgar Vielma, director General de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi.
Es importante señalar que los encuestadores corren más peligro en entidades como el Estado de México, Jalisco, Guanajuato y Baja California; las cuales registraron los índices más altos de homicidios el año pasado.
Son cerca de 151 mil entrevistadores los que durante marzo recolectarán todos los datos que requiere el censo de población, pero como ya se ha descrito, en algunas regiones su labor se vuelve de alto riesgo.
Con información de La Silla Rota