INE, el enemigo está en casa: todo México es territorio Amazon

La madrugada del viernes, la compañía estadounidense de comercio electrónico y servicios de computación, Amazon, hizo públicos los datos personales de los 93 millones de mexicanos que aparecen en el Listado Nominal. Es decir, pusieron a la venta los nombres, la ocupación, el sexo y las direcciones que –supuestamente– están resguardados por el Instituto Nacional Electoral (INE).

Después de ahogado el niño, el INE interpuso una denuncia “en contra de quien resulte responsable” por la filtración de los datos de todos los mexicanos. Según se dijo, el máximo órgano electoral realizó la denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), ante la Policía Cibernética y ante la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral del INE.

Cabe señalar que este robo de datos se da de cara a las elecciones del próximo 5 de junio; fecha en que se votará por 12 gobernadores y centenas de alcaldes y diputados locales.

Lo curioso, sin embargo, es que más allá de la denuncia, del reclamo y de la rechifla contra la filtración, lo cierto es que el INE tiene al enemigo en casa, ¿por qué?

Porque sólo un trabajador del INE podría tener acceso al listado nominal, sólo un trabajador del INE podría extraer esa información, y sólo un trabajador del INE podría vender esa información.

Por eso preguntamos, ¿quién es el empleado del árbitro electoral que se llevó millones de pesos a la bolsa?

Según el INE, los datos de los millones de mexicanos ya no son accesibles a través de Internet y están en curso averiguaciones penales y administrativas.

Pero el problema es otro, ¿por qué son ineficientes los sistemas de seguridad del INE? ¿por qué los datos de millones de mexicanos fueron difundidos por una empresa estadounidense? ¿por qué, otra vez, las empresas privadas tuvieron acceso a la información privada de todos?

Por cierto, según el INE, no hay indicios de que se vulneraron los sistemas de seguridad del padrón electoral y la lista nominal; tampoco hay rastros de intromisiones externas a la base informática; y de acuerdo con MacKeeper, la sustracción de datos fue posible debido a una falla en la configuración.

¿Usted les cree?