El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) señaló que la economía mexicana está perdiendo impulso, ya que se inició este año reduciendo su dinamismo en un contexto en el que mostró una desaceleración en su ritmo de crecimiento durante el cuarto trimestre de 2022.
El organismo señaló que en México, este 2023 comenzó con gran intensidad en cuanto a información económica y movimiento en los mercados financieros, con contrastes marcados en varios indicadores.
En ese sentido, apuntó que la atención está concentrada en el binomio que conforman la inflación y la política monetaria en los Estados Unidos, ya que la evolución de la primera determinará en gran parte a la segunda.
“Si la inflación no desciende con la rapidez prevista, la política monetaria tendrá que seguir restringiéndose, con tasas de interés más elevadas por más tiempo en detrimento de las perspectivas de crecimiento económico”, señaló el IMEF.
Refirió que, si bien datos preliminares publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) apuntan a un crecimiento del PIB en 2022 de 3 por ciento, por arriba de lo estimado hace tan solo unos meses, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) presentó en noviembre una caída importante de 0.5 por ciento.
Esto, aunado a la marcada debilidad en la inversión productiva en el país, es presagio de una mayor debilidad en la economía durante el 2023, añadió con en su reporte Indicador IMEF correspondiente a enero de este año.
Por otro lado, la inflación comienza con malas noticias el año, ya que, tanto en el índice general como en el subyacente, el resultado de la primera quincena de enero fue superior a lo esperado, y a tasas anuales se siguen observando niveles elevados, de 7.94% y 8.45%, respectivamente.
“Si la inflación no retoma su tendencia descendente con mayor rapidez, la necesidad de una política monetaria más restrictiva podría cobrar fuerza”, evaluó.
Con información de El Economista y El Economista
MSA
