“El principio histórico de la separación del Estado y las iglesias orienta las normas contenidas en el presente artículo. Las iglesias y demás agrupaciones religiosas se sujetarán a la ley”.
Lo anterior es parte del Artículo 130 Constitucional, el cual confirma que la iglesia no debe intervenir en las decisiones del Estado y viceversa.
Sin embargo, en fechas recientes, hemos escuchado a obispos y sacerdotes emitir juicios con respecto a la reforma educativa.
Incluso la Conferencia del Episcopado Mexicano aseguró que no habrá sanciones para los sacerdotes que externen su opinión sobre el tema.
Al respecto, el Doctor Óscar de los Reyes Heredia, Investigador del Tec. de Monterrey, dijo a La Otra Opinión que los dichos de los obispos relacionados con el proyecto de educación y la CNTE van en contra de la Constitución.
Es así como los sacerdotes, además de oponerse a una ley, influyen en la tranquilidad de la sociedad.
El Doctor de los Reyes explicó que el posicionamiento de la iglesia católica obedece a algunas reformas que ésta no ve con buenos ojos, como la despenalización del consumo de mariguana.
Por otro lado, el también profesor afirmó que la aparente debilidad del gobierno federal y de los gobiernos estatales después de las elecciones alentó a que los mandos católicos participen en la vida política del país.
De este modo, todo indica que la iglesia conforma un frente contra el Estado. Posiblemente, señaló el experto, este bloque abriría espacios para una negociación política.
Óscar de los Reyes consideró que la reacción del estado ante el pronunciamiento de los católicos no será sancionado, a pesar de que incumplien con los mandatos constitucionales. Y es que, continuó el académico, al gobierno no le conviene tener a la iglesia como un enemigo.
De acuerdo con el entrevistado, los obispos, sacerdotes y demás religiosos, están participando en un juego que busca establecer canales importantes con el estado para asegurar su apoyo en el proceso electoral de 2018, cuando se renueve la presidencia del país, lo que no debería sorprender a nadie.
“En México estamos acostumbrados a que la iglesia se inmiscuya en los asuntos de estado, y en muchos temas que incluso están al margen del estado”, concluyó el Doctor Óscar de los Reyes.
