Hillary Clinton: ¿Qué tan amiga sería del peso?

En meses recientes el valor del peso mexicano ha subido y bajado según los vaivenes de las encuestas y la coyuntura electoral en Estados Unidos. Por ello, se ha difundido la percepción de que, en cierta medida, el futuro de la economía nacional depende de si uno u otro de los candidatos llega a la Casa Blanca.

En algunos de los análisis al respecto, las posibilidades de Donald Trump de ganar las elecciones parecen ser el factor que determina el desempeño de la moneda mexicana. Si el candidato del Partido Republicano sube en las encuestas, el peso se deprecia. En cambio, si su popularidad baja —como este fin de semana, tras el debate— la divisa mexicana registra recuperaciones.

Ante este panorama, muchos pensarían que la mejor amiga del peso se llama Hillary Clinton, pues la candidata del Partido Demócrata se ha mostrado más ecuánime en su actitud respecto a México.

Pero, ¿Qué tan cierta es esta percepción? ¿Qué tan distinto sería el panorama para México con Donald Trump o con Hillary Clinton al frente del vecino del norte?

De acuerdo con una encuesta realizada por la compañía de servicios financieros Bloomberg a seis economistas de distintos bancos, en caso de que Trump llegué a la presidencia, el dólar podría llegar a intercambiarse hasta por 23 pesos. Cinco de los expertos afirman que si gana Trump, el precio del dólar fluctuaría entre los 21 y los 23 pesos, mientras que sólo uno considera que el billete verde podría rebasar la frontera de los 23 pesos.

Respecto al panorama para el peso con Hillary Clinton en la presidencia de Estados Unidos, cuatro de los economistas consultados consideran que el valor del dólar podría variar entre los 18 y los 21 pesos. Sólo dos analistas se atreven a pronosticar que el billete verde podría cotizarse a menos de 18 pesos.

A la fecha, el tipo de cambio se encuentra en 18.83 pesos por dólar.

Así las cosas, los expertos parecen advertir que, aunque con Clinton el peso podría mantenerse más estable y se vería menos perjudicado que con Trump, la victoria de la demócrata tampoco sería la panacea.