De acuerdo con el grupo de hacktivistas denominado como “Guacamaya”, el Ejército mexicano hizo una investigación interna sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Sin embargo, dicha información se le ha negado tanto a los investigadores del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) como a la Fiscalía General de la República (FGR).
De acuerdo con una investigación de la organización “A dónde van los desaparecidos”, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) interrogó a 43 militares implicados en este caso.
Estos uniformados habrían rendido sus declaraciones ante la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM) y la extinta Procuraduría General de la República (PGR), algunos hasta cuatro veces, entre septiembre de 2014 y noviembre de 2015.
En ese sentido, se detalla que los rangos de los militares convocados van desde coronel hasta soldado, la mayoría de ellos pertenecientes al 27 Batallón de Infantería en Iguala, Guerrero.
Entre los nombres destacan figuras clave del caso como el coronel —hoy general— José Rodríguez Pérez y el capitán José Martínez Crespo.
En 2020, Martínez Crespo se convirtió en el primer militar detenido por este caso, mientras que Rodríguez Pérez actualmente enfrenta cargos por delincuencia organizada. Ambos niegan haber participado en los hechos de aquella noche.
Cuando la Sedena ha sido cuestionada por el GIEI respecto a investigaciones internas sobre la desaparición de los jóvenes y declaraciones del personal militar, la secretaría ha negado su existencia.
Al ser consultada por A dónde van los desaparecidos sobre lo registrado en los correos, la institución respondió que “no cuenta con información que dé contestación a sus cuestionamientos”.
Con información de Animal Político
MSA
