La gigante brasileña Odebrecht no será invitada a participar en las obras públicas planeadas por el próximo gobierno mexicano, por estar envuelta en un multimillonario escándalo de corrupción en América Latina, dijo el próximo titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú.
“En el próximo gobierno, Odebrecht seguramente no tendrá ninguna invitación para participar en las obras públicas del país… Habrá cero tolerancia a la corrupción y la impunidad. Quien haya caído o caiga en esto no tendrá, de ninguna manera, forma de participar en la cosa pública”, dijo en entrevista el ingeniero mecánico de 81 años.
Es casi un hecho que Odebrecht no tendrá participación alguna en la próxima administración federal. Pero más allá de los escándalos de corrupción de la empresa brasileña, llama la atención que el propio Jiménez Espriú está vinculado con la firma sudamericana.
Ya no es un secreto que, la familia del próximo titular de la SCT está implicada con la constructora brasileña; tiene vínculos con Idesa, empresa que es socia de Braskem, una filial de la constructora brasileña Odebrecht.
Incluso, Andrés Manuel López Obrador confirmó lo anterior en junio pasado, cuando dijo que sí tenía conocimiento del vínculo entre Jiménez Espriú e Idesa cuando le hizo la invitación para la Secretaría de Comunicaciones y Transporte.
Sin embargo, Jiménez Espriú continúa asegurando que “no soy ni he sido nunca director general de Idesa”, declaración que contradice el currículo del próximo funcionario federal, publicado en la página lopezobrador.org.mx, donde destacan en el perfil de Jiménez Espriú que, efectivamente, fue miembro del Consejo de Administración de la empresa Idesa.
Por ello, la importante y apresurada declaración de Javier Jiménez Espriú en la que destacó “cero intolerancia a la corrupción e impunidad”.
