Hasta antes del domingo, México tenía nueve estados en donde siempre había gobernado el PRI: Durango, Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo, Chihuahua, Hidalgo, Colima, Campeche y Coahuila. Sin embargo, el panorama se transformó radicalmente después de la elección del cinco de junio.
Este domingo, de las nueve entidades sin alternancia, seis eligieron a su próximo gobernador. Y según los primeros resultados, cinco de los seis estados pasarán a manos de PAN o de una alianza entre el PAN y el PRD.
Es decir, que de los seis estados que participaron en la contienda del 5 de junio, cinco vivirán la alternancia: Quintana Roo, Veracruz, Durango, Chihuahua y Tamaulipas. Mientras que sólo Hidalgo seguirá gobernado por el PRI.
No está de más recordar que el año pasado, Colima estuvo a punto de perder su lugar en el listado de entidades sin alternancia.
Como seguramente recuerda, el controvertido proceso electoral –anulado en tribunales–, se quedó a nada de favorecer al candidato del PAN.
Es así que, en este momento, sólo cuatro estados tradicionalmente priistas seguirán en manos del tricolor. En las otras 28 entidades, la alternancia es una realidad.
