GIEI, ¿expertos en literatura ficción?

En sus currículums, los peritos enviados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos –para investigar el caso Iguala–, dicen ser expertos en balística, en peritajes forenses, en derechos humanos y en una larga lista de bondades y virtudes.

Sin embargo, corre el rumor que estos hombres y mujeres también serían expertos en literatura ficción, en novela policíaca, en el realismo mágico y hasta en el teatro del absurdo. ¿Por qué?

Porque sólo así se explica que –hace meses– este grupo de “expertos” alimentara la versión chabacana del quinto autobús cargado de heroína. Sólo así se explica que negaran la muerte de los 43 normalistas. Sólo así se explica que e insistan en que los estudiantes no fueron incinerados.

Pero la cosa no termina ahí. Sólo un enamorado de la ficción y experto en el realismo mágico esperaría 15 meses para decir —como dijeron los “expertos” esta mañana—, que en el basurero de Cocula no hubo incendio, que esa noche llovió en Iguala, que la cremación sería imposible, y que es necesario repetir los cuestionamientos a los militares involucrados en el caso porque ellos –los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos–, no estuvieron presentes en los interrogatorios.

¿Alguien encuentra alguna lógica en este razonamiento?

Acaso lo más peligroso es que el gusto por la ficción parece convertirse en epidemia.

Este fin de semana, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se presentó un escrito —porque difícilmente calificaría como libro—, en donde el escritor y periodista Sergio González Rodríguez sugiere que la CIA estaría atrás del crimen de los 43.

Lo dicho, una cátedra de la literatura ficción.