Pese a que la Fiscalía General de la República (FGR) es un órgano público autónomo, en la actual administración con Andrés Manuel López López Obrador, ha demostrado ser más una suerte de ministerio de las vendettas que procesa judicialmente los odios personales de su titular, Alejandro Gertz Manero.
Así lo describió el periodista Carlos Loret de Mola en su columna publicado en Washington Post, en donde explica que el caso sobre las órdenes de aprehensión en contra de 31 científicos, investigadores, académico y personal administrativo del Conacyt, se trata de una venganza.
Lo anterior, dijo, sucedió tras la protesta del gremio científico por reclamar que a Gertz Manero le hayan otorgado el Nivel III como investigador, pese a no tener las credenciales académicas suficientes y hasta ser denunciado por plagios en sus publicaciones.
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Gertz ahora se está vengando de ellos, “los contraatacó y judicializó su rencor: uso la institución a su cargo para su vendetta personal y lanzó una treintena de órdenes de aprehensión contra el gremio que lo contradijo”, señaló el periodista.
¿De quién aprendió esto? Pues del mismo presidente de la República, quien ha manifestado su apoyo y aprobó la investigación y persecución al gremio científico.
Y es que cómo podía no apoyarlo cunado en los casi tres años que lleva Gertz Manero al frente de la FGR, ha estado sometido a las instrucciones del presidente. Cada que López emite una “opinión” sobre algún tema, el fiscal actúa en consecuencia.
Con información de Washington Post
AIS
