Geopolítica y el arte de la guerra

La geopolítica en los últimos años ha tenido una revalorización fundamental para su estudio, sin embargo, en muchas ocasiones, es utilizada con arbitrariedad para tratar de explicar una multitud de situación que van de lo deportivo a lo social, del entretenimiento a la política doméstica de los Estados nacionales.  Por ello, es importante determinar el ámbito de sus estudios y hasta dónde se ubican sus límites analíticos, teóricos y metodológicos, con respecto a las otras Ciencias Sociales y Políticas.

 

De ahí la importancia, que al realizar los análisis de la guerra de Rusia sobre Ucrania, las agresiones de la República Popular de China (RPCh), las recientes circunstancias en Níger que han desembocado en una crisis internacional, sin dejar de considerar las tensiones crecientes en el Líbano a causa de las manifestaciones en contra del gobierno de Hamás, ó las crisis institucionales que acontecen en Argentina, Bolivia y Venezuela, y más aún, el reciente asesinato del candidato Fernando Villavicencio por la presidencia de Ecuador, en dónde se ha señalado la participación de los carteles mexicanos (Sinaloa y Jalisco Nueva Generación). 

 

El siglo XXI ha permitido que la geopolítica realice acuciosos modelos analíticos de la complejidad de la seguridad internacional, cómo son, por ejemplo, las guerras híbridas (se lleva a través de la denominada fuerza convencional, como también de procesos de terrorismo, acción migratoria, por causas de recursos naturales, movimientos insurgentes, como de igual manera, influenciar los medios de comunicación, manipular las actividades diplomáticas, el desarrollo de una elección presidencial, como también, de la guerra cibernética). 

 

A su vez, en la Enciclopedia del Arte de la Guerra, dirigida por Antonio Martínez Teixidó, considera que las ideas estratégicas del siglo XXI, deben ser reflexionadas en tres niveles de análisis:  el primero, desde la conceptualización de las relaciones internacionales y el resurgimiento de la geopolítica; la utilización de la fuerza para alcanzar una solución a un conflicto determinado (una acción estratégica) y por último, la propia acción militar desde la perspectiva de una estrategia, para ser establecida en un espacio geográfico determinado, en dónde los influjos, mar, aire, tierra y ciberespacio definirán las acciones a realizar. 

 

Con estas características, que ofrece el arte de la guerra, la geopolítica ha tenido un proceso de adecuación a las propias tipologías con las que ha ido evolucionando el pensamiento político, económico, pero ante todo de seguridad y de defensa de las naciones, durante la Guerra Fría, la globalización y en la época actual. 

 

En ese sentido, es de valor como la geopolítica lleva a cabo, procesos analíticos para no ser utilizada, tan solo como una palabra que suene atractiva para dar la explicación de un evento internacional, en ese sentido, las Relaciones Internacionales, establecen las debidas condiciones para el entendimiento de un acontecimiento determinado, es decir, establecen el diagnóstico de la situación, el momentum.  A su vez, la estrategia, determina las mejores situaciones para asumir una acción determinante, mediante la cuál se obtenga el máximo beneficio.  Es ahí, en dónde la geopolítica interviene, pues esta estructurada para dar respuestas viables, entendiendo la acción de los actores involucrados, realizando un proceso holístico de la unión de variables que generen los escenarios factibles a una condición determinada. 

 

Luego entonces, recuperando la situación que prevalece en África, en la región del Sahel; es pertinente establecer una serie de influjos que permitan un acercamiento a las actuales circunstancias que se han ido gestando por bastante tiempo y que en recientes días han tomado relevancia, de ahí qué, en la pasada entrega de esta columna, se hizo mención de la presencia rusa a través de la empresa Wagner, pero para tener un panorama más amplio se necesita establecer la propia presencia de la RPCh en este continente. 

 

Desde 1956, la presencia china ha ido en incremento en África, destacándose a partir del ascenso al poder de Xi Jinping y estableciera su propuesta de la Nueva Ruta de la Seda.  Uno de los primeros instrumentos para el acercamiento de Beijing con África fueron los Institutos Confucio, para la divulgación de la cultura y el idioma, ubicándose en Egipto, Marruecos, Etiopia, Kenia, Tanzania, Sudáfrica, Ghana, Nigeria, Angola, Cabo Verde, entre otras naciones, obteniéndose las debidas oportunidades para las inversiones estratégicas, requeridas por el gobierno chino. 

 

En ese sentido, se debe de destacar la riqueza del continente africano en recursos naturales, como son: rodio, platino, tántalo, cobalto, diamantes (industriales y gemas), cromo, manganeso,  paladio, oro, arsénico, titanio, bauxita, vanadio, uranio, fosfatos, barita, petróleo y gas.   Si estos elementos son importantes, también es la ubicación de determinadas naciones y sus puertos para la configuración de los planes de Beijing de ser la potencia dominante del siglo XXI; para tal efecto, ha ido estableciendo negociaciones con diferentes naciones, para colocar instalaciones militares, tales son los casos de Guinea Ecuatorial, Namibia, Djibuti (golfo de Adén), además de Nigeria, Sierra leona, Camerún, Costa de Marfil, Togo, Tanzania y Sudán. 

 

El colocar bases navales y militares tiene como estrategia concretar el proyecto denominado: Port-Park-City. Esta estructura les obliga dar certeza a sus intereses, pues para llevarla a cabo, la presencia de sus fuerzas armadas y estructura de inteligencia, es vital estar en tales ubicaciones y prevenir cualquier situación que ponga en riesgo la concreción del proyecto de expansión de Beijing. 

 

Este proyecto que ha establecido la RPCh, tiene como soporte el control del agua, como de la energía eléctrica, por tal sentido, los esfuerzos de su programa de inversión, están en la construcción de hidroeléctricas, como ha sido en:  Marruecos, con un costo de 50 millones de dólares en 2002, a través de un crédito del China Exim Bank; en Guinea Bissau, se invirtieron 60 millones de dólares en 2007; en Ghana para 2007, el China Exim bank invirtió 600 millones de dólares; en Nigeria, en 2006, el China Exim Bank otorgó un crédito de 1.4 billones de dólares, a su vez; en Sudán fueron otorgados 2 billones de dólares en 2007 por el Exim Bank, de igual manera, en Etiopia en 2002, el China Exim Bank entregó a esa nación 224 millones de dólares, asimismo en Mozambique el China Exim Bank otorgó un crédito de 2 billones de dólares.  A la fecha, han sido 12 naciones africanas a las que se les han entregado apoyos económicos para mejorar su red eléctrica haciendo uso de los ríos y lagunas de este continente. 

 

De igual manera, la RPCh como parte de su estrategia de diplomacia financiera, desde el año de 2010, ha invertido en países esenciales para su proyecto de expansión global, mas de 10,000 millones de dólares en Ghana, Zambia y Nigeria; asimismo, de 1,000 millones a 5, 000 millones de dólares en países costeros como, Angola, Argelia, Etiopia, Mozambique, Kenia y Sudáfrica.   Tales ayudas y apoyos, son un logro para la diplomacia de Beijing al interior de Naciones Unidas, en dónde, temas sensibles  para la seguridad nacional china, como lo es Hong Kong y Taiwán, son los países de África los que ofrecen sus Buenos Oficios, para que la RPCh, no sea sancionada por los intereses occidentales. 

 

El tablero mundial, se mueve de manera implacable y la Guerra Fría 2.0, que esta sustentada por el control de la economía global, hace que los actores jueguen en diversos escenarios, casi empalmados, otorgándole congruencia a la acción geopolítica, designándole su propio campo de análisis e investigación, moviéndose a veces con sutileza y otras ocasiones con brusquedad, pero lo cierto es que, para la geopolítica, su campo de actuación natural es en la seguridad nacional e internacional, es el arte de la guerra

Mientras tanto, la danza de las corcholatas no avanza, y la propia danza de los contendientes de la oposición comienza a otorgar frutos unos dulces y otros amargos, todo se decantará hacia finales de año y la verdadera danza por la silla presidencial comenzara.