El berrinche que costó miles de millones de pesos en pérdidas, la violación del derecho al libre tránsito, el descontento de los capitalinos y mucha contaminación, cumple este lunes 12 años.
La toma por la fuerza y a la mala; el “secuestro” de Paseo de la Reforma organizado por Andrés Manuel López Obrador tras desconocer su derrota en la elección presidencial de 2006, comenzó el 30 de julio de ese año y se mantuvo ahí, en forma de campamento, durante los siguientes 47 días.
El turismo, los comercios, los centros de trabajo y la conectividad hacen a Paseo de la Reforma la avenida más importante de la Ciudad de México, y nada de eso le importó a López Obrador, quien antepuso su irracionalidad sobre las afecciones que causaría su plantón.
Tan sólo durante las primeras dos semanas del “secuestro” de Reforma, se calcularon pérdidas por alrededor de tres mil millones de pesos, además del despido de 809 empleados, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Inclusive, se conservan pruebas de que el acto de rebeldía de AMLO y sus seguidores estimulaban a más ilegalidades. Por ejemplo, presuntos integrantes del extinto Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) instalaban “diablitos” en las luminarias públicas para proveer de electricidad a los huelguistas.
Pero, ¿qué buscaba lograr el llamado “líder mesiánico” con tan extrema protesta?
Respuesta: López Obrador exigía el “voto por voto” de la elección presidencial, la cual perdió ante Felipe Calderón con una desventaja mínima del 0.56 por ciento y, con el recuento, buscaría que los números pudieran favorecerlo.
Tras malograr el “voto por voto”, el TEPJF declaró a Calderón presidente electo el 7 de septiembre y López Obrador acusó de un fraude electoral en el que las instituciones habrían sido partícipes.
La realidad es que dicho fraude no ha sido comprobado, e inclusive 135 intelectuales mexicanos —entre ellos, Héctor Aguilar Camín, Roger Bartra, María Amparo Casar y Raúl Trejo Delabre— firmaron una carta en la que concluyen que las de ese año fueron unas elecciones “auténticas entre partidos y candidatos plurales”.
A continuación, se presenta una galería del plantón de Reforma en la que se ilustran todas las calamidades causadas sobre la avenida más bella de México.
