Tal vez, la próxima administración federal debió poner más atención y dedicación en todo lo que prometieron antes que andar de “fifís” en eventos de la alta socialité.
Entre el aeropuerto, educación, austeridad y pacificación, entre otros temas, parece que el presidente electo y su equipo no se coordinan de manera adecuada y ya decidieron cancelar por lo menos cinco foros dedicados a la seguridad y paz.
El próximo secretario de seguridad, Alfonso Durazo, anunció este domingo que los próximos foros de pacificación serán suspendidos hasta nuevo aviso porque quieren compatibilizar y volver a redactar las propuestas presentadas en éstos. No habrá, por lo pronto foros en Veracruz, en Sinaloa, Tabasco, Morelos y Tamaulipas, cinco de los estados más lastimados por la inseguridad y sobre todo por las desapariciones.
El argumento no es creíble. Los foros fracasaron. Punto. El reclamo de las víctimas les quedó grande y deberían aceptarlo. ¿Cuál es el problema de aceptar limitaciones, exponerlo públicamente y enmendar?
Solamente hay que recordar que, en algunos casos como los de Tlatelolco a mediados de septiembre pasado, Andrés Manuel López Obrador se vio fúrico ante los reclamos de “ni perdón, ni olvido” de los familiares de las víctimas del crimen organizado y la ola de violencia que enfrenta nuestro país.
Misma suerte se vislumbra en los foros educativos. El gobierno entrante ya anunció que la Reforma Educativa será abrogada, pero el control de la nómina magisterial continuará a manos de la administración federal.
Lamentablemente, el próximo titular de la SEP, Esteban Moctezuma, no aclara –quizá por el temor que representa la disidencia magisterial– que antes de tirarla tomará algunos elementos de la anterior para rehacer su propia iniciativa.
Al igual que el gobierno que ya se va, la nueva administración está amagada por la minoría radical y provocadora de la CNTE. Lo vimos este domingo en el foro educativo realizado en Acapulco, Guerrero, donde la CETEG reventó el evento con violencia y se enfrentó al SNTE.
López Obrador no pensó que con el apoyo de la CNTE para llegar a la presidencia, la disidencia magisterial ahora cuenta con diputaciones, alcaldías, regidurías; muchos son componentes destacados de la “Cuarta Transformación”. Por tanto, reclaman con mayor autoridad que antes. Se vislumbra otro fracaso para AMLO en el tema educativo y de nuevo, marchas, bloqueos, amenazas y violencia.
Aún no empieza a gobernar, por lo que el tabasqueño debería –si en verdad le preocupa el país y quiere salvarse– asumir que al poner a debate las iniciativas deben considerarse riesgos y posibilidades. Debe “curtir” su piel, pues él y su equipo han demostrado tenerla muy delgada frente a las críticas recibidas.
