El pasado martes la calificadora Fitch bajó en dos puntos la calificación crediticia de Pemex, esto generó una reacción, poco convencional del presidente, Andrés Manuel López Obrador, pues los llamó “hipócritas”.
Sin embargo, para, Charles Seville, analista senior de la agencia, la paraestatal nacional todavía conserva la categoría de grado de inversión.
“No veo que una rebaja en la calificación de Pemex, como la que acabamos de tener, no necesariamente implique una baja en la calificación soberana“, explicó el analista Seville.
La acción de Ficth sí afectó al peso, creo incertidumbre por probables rebajas de otras agencias calificadoras, lo que podría haber creado serias consecuencia fiscales para el gobierno.
Cabe mencionar, que Pemex carga con una deuda financiera de 106 mil millones de dólares, las más alta entre las petroleras de Latinoamérica.
Todavía falta ver si AMLO cumple con su promesa de fortalecer Pemex, pues prometió que al final de su sexenio ésta deberá producir 2.5 millones de barriles de petróleo, lo que sería la cifra más alta desde 2004.
