Durante muchos años México ha sido catalogado como uno de los países más corruptos en todo el mundo, sin embargo, para el presidente Andrés Manuel López Obrador su llegada al poder mágicamente haría que todos los problemas se terminarán.
Situación que, como lo evidencia el diario norteamericano Financial Times, es sumamente complicada y no ha resultado como el tabasqueño lo planeó pues incluso varios estudios indican que los delitos de corrupción han aumentado.
De acuerdo con datos de la encuesta bianual del Instituto Estatal de Estadísticas del Inegi, en 2019 los sobornos por persona a servidores públicos, incluidos policías, aumentó hasta un 70% pues en 2017 los pagos se ubicaban en 2 mil 273 pesos y hasta el año pasado aumentó hasta 3 mil 822 pesos.
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Por su parte, el Consejo de las Américas y Control Risks, en su Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción, dio a conocer que la calificación de López Obrador respecto a su antecesor, Enrique Peña Nieto en su último año de gestión, bajó de 4.65 a 4.55 lo que lo ubica como un gobernante menos capaz de erradicar estas prácticas.
Con información de Financial Times
