Estos filósofos mandarían a AMLO a su rancho, por decir que gobernar no tiene ciencia

AMLO siente que no es difícil gobernar, pues la realidad y la historia, tal vez, le dicten lo contrario

“No tiene mucha ciencia” gobernar, eso dijo el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su visita al municipio de Ecatepec, el pasado 25 de junio, una declaración que los asistentes pasaron por alto, pero con fondo y forma.

“Eso de que la política es el arte y la ciencia de gobernar no es tan apegado a la realidad; la política tiene que ver más con el sentido común, que es el menos común, eso sí, de los sentidos.

“La política tiene que ver más con el juicio práctico, la política es transformar, hacer historia, es un oficio noble que permite a la autoridad servir a sus semejantes, servir al prójimo. Esa es la verdadera política”, comentó el político tabasqueño. 

Te puede interesar | VIDEO: Gobernar no tiene ciencia: Obrador

Tal vez AMLO quiso parecer filósofo en su visita al Estado de México, y su definición de política puede que la compartan algunos estudiosos de la materia; pero contrasta con otras definiciones de los más grandes pensadores de la historia. 

Nicolás Maquiavelo: El escritor italiano —por medio de su libro “El Príncipe”— explica que el arte de conquistar, conservar y saber utilizar el poder “conlleva acciones hasta moralmente malas, que van desde actuar y aparentar manteniendo la palabra y la integridad para con su pueblo, hasta comportarse como un animal, en caso que sea conveniente, tal como lo explica en la fábula de la zorra y el león. Además de saber actuar frente a los cambios que puedan surgir (la fortuna), y evaluar las circunstancias y actuar en consecuencia, son algunas acciones que tienen como fin último mantener el gobierno para obtener la gloria, el honor y la riqueza”.

Aristóteles: El filósofo griego divide las formas de gobierno en tres tipos: Monarquía (que es el gobierno ejercido por una sola persona), Aristocracia (que es el gobierno ejercido por una minoría selecta) y República (que es el gobierno ejercido por la multitud o mayoría de los ciudadanos). 

A su vez éstas tienen derivaciones, y sus intereses siempre obedecerán a particulares, tal es el caso de la tiranía de la Monarquía, la oligarquía de la aristocracia y la democracia de la República (politeia).

Georg Wilhelm Friedrich Hegel: Este filósofo alemán, de corriente idealista, apunta en su “teoría de Estado hacia conclusiones totalitarias o queda inscrita, desfigurada, en una filosofía finalista de la historia. Siguiendo a Hegel, el Estado es revelado como un proceso de relaciones intersubjetivas formado por momentos o estaciones que lo constituyen como una comunidad de vida racionalmente fundada” apunta Gerardo Ávalos Tenorio, en su artículo “Actualidad del concepto de Estado de Hegel”.

Jean-Jacques Rousseau: Este polímata y francófono suizo, definió la forma de gobernar, en su obra El Contrato Social, de la siguiente manera: “No solamente puede haber diferentes gobiernos que sean convenientes para pueblos diversos, sino para el mismo pueblo en diferentes épocas.”; luego, “el mejor gobierno en sí llegaría a ser el más vicioso, si sus relaciones no se alteran conforme a los defectos del cuerpo político al que pertenece.”; y por último, como para resolver definitivamente la cuestión, declara: “En todas las épocas, se ha discutido mucho sobre la mejor forma de Gobierno, sin considerar que cada una de ellas es la mejor en ciertos casos y la peor en otros. 

Si en los diferentes Estados el número de los magistrados supremos debe estar en razón inversa al de ciudadanos, resulta que, en general, el gobierno democrático conviene a los pequeños Estados, el aristocrático a los medianos y la monarquía a los grandes”.

John Locke: Para este filósofo y médico inglés, las formas de gobernar van de la mano con una relación entre el gobierno y sus súbditos queda definida como mandato, es decir, como el encargo de una tarea. Así, mediante el pacto se constituye la sociedad civil y, posteriormente, el pueblo se constituye en asamblea y elige un gobierno al que confía una tarea. Ambos momentos constitutivos están claramente diferenciados.

Además, el poder del Estado no puede estar concentrado en los mismos representantes (contra el absolutismo). Bien, al contrario: la garantía de que no se produzca abuso de poder radica en una estricta división del mismo en tres ámbitos diferenciados que deben ser detentados por personas distintas. La división de poderes se estructura como sigue:

  1. El poder legislativo constituye el poder supremo en sentido estricto (Asamblea.), pero no es un poder absoluto: tiene que responder de la confianza puesta en él y respetar la ley moral natural.
  2. El poder ejecutivo es el encargado de realizar los mandatos del legislativo.
  3. El poder federativo encargado de la seguridad del Estado y de las relaciones con el exterior. (Nota: para Locke el poder judicial no es un poder independiente, siendo sólo un aspecto del ejecutivo).