Estos daños provocan los informes de Obrador a la democracia

Sus informes se han convertido en un arma de propaganda con el cual busca el control de la realidad

Estos daños provocan los informes de Obrador a la democracia
Foto: AP / Marco Ugarte

Para intentar demostrar que su gobierno está haciendo “un buen trabajo”, el presidente Andrés Manuel López Obrador convoca y realiza múltiples informes para presumir sus supuestos “logros” y “buenos resultados”.

Con ello, nos ha querido vender la idea de que dichos informes son un mecanismo de transparencia y de rendición de cuentas, al igual que sus conferencias matutinas.

Sin embargo, lo que en realidad hace es decir mentiras, manipular a la ciudadanía por medio de engaños y con información que no se puede verificar.

Es por ello que sus informes se han convertido en un arma de propaganda con el cual busca el control de la realidad.

Así lo aseguró Luis Antonio Espino, consultor en comunicación en México, quién alertó que estos informes de López Obrador son un daño para la democracia.

En su columna, “Los (des)informes de gobierno de AMLO son nocivos para la democracia”, el especialista relata cómo los presidentes anteriores daban sus informes de gobierno y cómo han cambiado el formato.

En 2008, la ley cambió. Desde entonces, el presidente ya no está obligado a acudir al Congreso y solo debe entregar su informe por escrito”, expone.

Al abordar los informes de AMLO, denunció que son actos deliberados de desinformación.

Una táctica de la propaganda es saturar a las personas de contenidos y mensajes para rebasar su capacidad de comprensión. Por eso, el presidente, además de llenar diariamente la conversación pública con sus “conferencias de prensa”, organiza cuatro “informes” al año”, resaltó.

Por último, apuntó que los (des)informes provocan cinco daños graves para nuestra democracia.

El primero, que son un estorbo para la rendición de cuentas.

Al saturar su discurso con afirmaciones falsas y engañosas, el presidente se vuelve un obstáculo para que la sociedad llegue a un acuerdo sobre lo que es real y lo que no”, aseguró.

El segundo, la polarización, ya que la sociedad enfoca su atención en debatir emocionalmente la validez de las afirmaciones de Andrés Manuel, en vez de buscar soluciones a los problemas del país.

La polarización debilita además los lazos básicos de confianza entre las y los ciudadanos, que sustentan el ideal democrático”, indicó.

El tercer, que sus informes socavan el funcionamiento de la administración pública. 

Cada secretaría y dependencia pública tiene que ajustarse a la narrativa oficial y darle prioridad a acciones y obras que fortalecen ese relato, sin importar sus resultados”, mencionó.

El cuarto, que pervierte el rol de los medios de comunicación. 

Estos dejan de ser intermediarios que brindan elementos a la ciudadanía para ayudarle a entender la realidad, y se vuelven meras cámaras de resonancia de propaganda sin apego a la veracidad”, añadió.

El quinto y último, que busca socavar la confianza que tiene la población por las instituciones democráticas.

En especial, instaurar desde el Estado la idea de que solo el presidente y los suyos tienen legitimidad para gobernar y participar en la vida pública por su pretendida “autoridad moral””, concluyó.

A continuación puede consultar el texto íntegro.

Con información de The Washington Post

MSA