Alberto Serdán, analista de temas educativos, está convencido de que el gobierno federal debe dialogar con la CNTE.
En entrevista para La Otra Opinión, Serdán explicó que en 2012, la nómina magisterial de Oaxaca incluía a 98 mil personas. No obstante, sólo 48 mil estaban acreditados como maestros. Es decir, que unas 50 mil personas recibían dinero del presupuesto educativo pero no trabajaban frente a un salón de clases.
En esta lógica, continuó Serdán, con la nueva norma educativa, las 50 mil personas que no daban clases –pero que recibían un sueldo de la bolsa educativa–, se quedaron sin ingresos de la noche a la mañana.
Cierto, las reglas que permitían a estos 50 mil aviadores vivir del dinero público son normas inaceptables. No obstante, señaló Serdán, ésas eran las reglas y así vivieron durante años.
En este contexto, el estudioso de los asuntos educativos llamó a la autoridad a entablar un diálogo con los afectados; a negociar con todos los que enfrentan un marco normativo adverso que se impuso de un momento a otro.
Alberto Serdán considera que el gobierno fue poco sensible frente a la realidad oaxaqueña y que tampoco logró detectar liderazgos alternos a las cabezas visibles; es decir, aquellos que realmente representaban los intereses y las inquietudes de los maestros de Oaxaca.
Por eso, concluyó Serdán, el gobierno federal se equivoca al cerrar la puerta al diálogo. Con la CNTE y frente a sus exigencias, corresponde dialogar.
