De acuerdo con el concentrado de encuestas difundidas en los últimos días, ya se puede dar como un hecho que Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, perderá la elección de gobernador en los estados de Querétaro, Nuevo León, Baja California Sur, Chihuahua, San Luis Potosí y Campeche.
Esto no quiere decir que Morena obtendrá el triunfo en el resto de los 15 estados en donde habrá elección de gobernador, pues de hecho, hasta el momento solo tiene el triunfo amarrado en tres estados: Zacatecas, Tlaxcala y Colima.
En las seis entidades citadas al inicio, las encuestas colocan al frente de las preferencias electorales a los candidatos del PRI o del PAN, con excepción de Nuevo León, en donde se registra un empate técnico entre el candidato de PRI-PRD y el de MC, y en Campeche, en ocurre algo similar entre el candidato del PRI y el de MC.
La distancia entre los punteros y los candidatos de Morena en estas seis entidades permite prever que en ellos el partido del presidente ya no tiene mucho qué hacer, por lo que los puede dar como perdidos.
En cambio, parece tener en la bolsa los estados de Zacatecas, Tlaxcala y Colima, en donde los respectivos candidatos parecen inalcanzables a tres semanas de la jornada electoral.
El resto de las entidades está en veremos. En Sonora, la más reciente encuesta de El Universal, publicada a principios de mayo, registraba un empate técnico entre los contendientes de Morena, Alfonso Durazo, y del PRI, Ernesto Gándara, mientras que otras encuestas ponen arriba indistintamente a uno o a otro.
En Baja California, que al inicio de la contienda Morena daba como seguro, en los últimos días se han cerrado la brecha entra la candidata morenista y la de la alianza opositora.
En Michoacán y Guerrero la moneda está en el aire, pues si bien Morena encabezaba las encuestas antes de la cancelación de los registros de sus respectivos candidatos, la sustitución hecha por dedazo causó inconformidad y desánimo en las bases morenistas de ambas entidades, lo que se reflejará el día de la votación.
En Sinaloa y Nayarit, en donde Morena arrancó el proceso electoral con amplia ventaja en las preferencias electorales, la distancia se ha reducido en los últimos días y los candidatos opositores les pisan los talones a los de la “Cuarta Transformación”.
Como vemos, en la elección de gobernadores el panorama no es nada alentador para Morena, pues al inicio del proceso electoral tenía la expectativa de ganar de manera contundente en al menos diez estados, pero a tres semanas de los comicios solo puede cantar victoria en tres.
Y lo peor para el partido en el poder es que este fenómeno se reflejará en la elección de diputados federales, que es la prioridad para el presidente de la República.
Entre los seis estados que seguramente perderá Morena hay 43 diputaciones federales en disputa. Si se presenta, como es común que ocurra, el voto en cascada, Morena puede despedirse de esas 43 curules que serán para la oposición en San Lázaro en la próxima legislatura.
Y eso, insistimos, a reserva de lo que ocurra con los seis estados que aún están en veremos.
