Este miércoles, el periódico El Financiero publicó una encuesta sobre la preferencia electoral hacia el 2018.
Los responsables de exponer sus filias políticas fueron 454 ciudadanos elegidos por la revista de los 300 líderes de México.
De acuerdo con el sondeo –realizado por la Consulta Mitofsky–, a la cabeza de las preferencias –con 13 puntos–, se encuentra el titular de la Sedesol, José Antonio Meade.
Dos puntos abajo –con 11 puntos–, aparece la exprimera Dama, Margarita Zavala; Mientras que el tercer lugar –con 10 puntos–, es para el titular de Hacienda, Luis Videgaray Caso.
Finalmente, en cuarto y quinto lugar –ambos con 9 puntos–, empataron Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Resulta curioso que, mientras todas las encuestas –abiertas a la opinión pública–, ponen a la cabeza a Osorio, a Zavala o al señor López Obrador; los líderes ven con buenos ojos a José Antonio Meade.
Y aunque parezca un argumento de perogrullo, es igualmente llamativo que Meade –quien generalmente se ve en la cola de las preferencias–, aparezca en primer lugar.
Quizá este contraste se deba a que, entre los líderes empresariales, tienen muy clara una cosa: que no quieren que el próximo presidente de México sea Andrés Manuel López Obrador.
En esa lógica, el rechazo a López serviría a Meade quien, aparentemente, sería el elegido por los hombres y las mujeres del dinero.
