Empieza la disputa por la sucesión del PAN

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Especial

Tras la declinación, el pasado 2 de septiembre, del gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, la competencia por la dirigencia nacional del PAN se dará únicamente entre el actual dirigente con licencia, Marko Cortés, y la senadora por Tlaxcala Adriana Dávila.

El pasado jueves, Francisco Domínguez anunció que no buscará la dirigencia nacional del PAN, debido a que no encuentra las condiciones democráticas que deberían animar la vida interna de este partido.

El gobernador, cuyo mandato termina el próximo 1 de octubre, afirmó que se dedicará a su labor como empresario ganadero, aunque se especula que en realidad apoyará el proyecto político de Adriana Dávila en contra de Marko Cortés.

Aún queda en la contienda un tercer pasajero, que es el exdiputado federal Gerardo Priego, pero se ve muy difícil que logre el respaldo de algún grupo importante dentro del PAN, por lo que podría declinar en cualquier momento.

Y aún si Priego continuara, la competencia real sería entre Marko Cortés, respaldado por lo que aún queda del grupo de Ricardo Anaya, y Adriana Dávila, a quien se identifica con la corriente de los calderonistas que aún quedan en el PAN.

Habrá que estar pendientes de quiénes serán los compañeros de fórmula de ambos aspirantes, pues por ahí se verá qué otro grupo de poder dentro del panismo está con ellos.

Hace tres años Marko Cortés llevó como compañero de fórmula a Héctor Larios, representante de El Yunque, un grupo oscurantista de ultraderecha enquistado en el PAN, con cuyo apoyo Marko aseguró su triunfo.