Elección extraordinaria en Tabasco, siguen ganando los tramposos

Este domingo se repuso la elección de alcalde en Centro, Tabasco. Esta localidad es el nombre oficial de la capital de la entidad. En consecuencia, se trata de uno de los municipios más relevantes del estado.

Hasta la mañana de este lunes –con el 94.82 por ciento de las actas computadas–, el PREP le daba el triunfo a Gerardo Gaudiano con 74 mil 881 votos, Octavio Romero Oropeza -de Morena–, tenía 44 mil 392 votos y Liliana Madrigal –del PRI– sumaba 44 mil 309 votos.

O si lo prefiere, que de acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), Gerardo Gaudiano Rovirosa, candidato del PRD-PT, tendría un ventaja de 43.16 por ciento sobre Octavio Romero Oropeza –candidato de Morena–, quien está virtualmente empatado –con 25.54 por ciento de los votos–, con la priista Liliana Madrigal Méndez.

Coincidentemente, en las elecciones anuladas del 7 de junio, Gerardo Gaudiano –del PRD–, obtuvo 64 mil 559 votos (31.51 por ciento); Evaristo Hernández, del PRI, obtuvo 51 mil 817 votos (25.27 por ciento); y Octavio Romero Oropeza, de Morena, obtuvo 29 mil 693 votos (14.03 por ciento).

Es decir, que el resultado fue prácticamente el mismo.

En entrevista para La Otra Opinión, el analista Juan José Rodríguez Prats lamentó que en las elecciones extraordinarias se repita el resultado de las elecciones ordinarias.

En otras palabras, que el político encuentra penoso que si una elección se anula por las irregularidades que cometen los punteros, en el segundo proceso los votos vuelven a ser para los mismos políticos cuestionables.

El mismo Rodríguez trajo a cuenta los casos de Colima –donde la elección de gobernador ha sido anulada en dos ocasiones–, y ahora en Centro; en las tres ocasiones, los triunfadores de los procesos ordinarios son los mismos que los que ganan en las elecciones extraordinarias.

Eso sí, la participación en las elecciones extraordinarias suele ser considerablemente menor a las de los ejercicios normales. Eso, para el panista, es reflejo del hartazgo de la sociedad hacia la clase gobernante.

Pareciera, concluyó Rodríguez, que la mayoría de los electores no se da cuenta de lo que implica la anulación de un proceso electoral. Pareciera, dijo el tabasqueño, que pocos tienen claro que las trampas suelen echar abajo las elecciones fraudulentas y que, al votar nuevamente a los candidatos tramposos, los electores legitiman –e incluso premian– a los políticos opacos.

Por cierto, la derrota del candidato de Morena es un duro golpe al señor Andrés Manuel López Obrador; oriundo de Tabasco. Pero de eso hablaremos en otro momento.