“El tigre”, suelto en Cataluña

El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, fue detenido el domingo en Alemania a raíz de la euroorden de detención emitida por el Tribunal Supremo. Un juez alemán decidió mantener en prisión a Carles Puigdemont mientras tramita la petición de entrega a España.

La detención motivó movilizaciones en el centro de Barcelona y varias carreteras de toda Cataluña. Miles de personas se han manifestado desde la sede de la Comisión Europea en Barcelona hasta el consulado alemán.

La de este domingo fue una noche de altercados y cargas en españa. Se volcaron y quemaron contenedores en varias calles del centro de la ciudad. Hay al menos seis detenidos y los servicios de emergencias han atendido a más de 90 personas.

Otros han marcharon hasta el consulado alemán en Barcelona, situado en el Port Olímpic. La marcha se convirtió en un clamor a favor de investir a Puigdemont como presidente pese a su situación judicial en Alemania. El grito más repetido entre los manifestantes es Puigdemont, el nostre president –nuestro presidente–“.

Claro está que no se puede acusar directamente a Puigdemont de orquestar la violencia en las calles españolas. Pero sí de haber alentado un discurso que llevó a la  polarización de la sociedad catalana.

El hecho de ver a una parte de la sociedad catalana defendiendo en las calles a su líder a través de la violencia, y sin importar que éste haya violado la ley, recuerda la amenaza de Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que en caso perder las elecciones, no amarraría al “tigre”.

“El tigre” en realidad son sus seguidores, que en caso de una derrota en las urnas, podrían reaccionar violentamente como lo hicieron en Cataluña los seguidores de Puigdemont.

¿Veremos las mismas escenas en México en los próximos meses?