El regreso del PT, una bizarra interpretación constitucional

Aquí hemos dicho que el Partido del Trabajo tiene más vidas que un gato…
También hemos dicho que el partido parece inmortal…
Y este miércoles se confirmó la versión. ¿Por qué?
Porque en reunión del Consejo General del INE se reestablecieron los derechos políticos de este partido. Además, se le dio acceso —otra vez— al financiamiento público.
De acuerdo con el INE, durante la reposición del proceso electoral en un distrito de Aguascalientes, el PT obtuvo los votos que hacían falta para mantener el registro.
En consecuencia, el Partido del Trabajo podrá gozar de las prerrogativas que le corresponden en 2016.
Y aunque el razonamiento del INE parece sensato, lo cierto es que podrían existir algunas irregularidades en esta decisión. ¿Por qué? Porque según el Doctor Horacio Vives —analista político—, estamos ante una de las interpretaciones constitucionales más bizarras de la moderna democracia mexicana.
En entrevista para La Otra Opinión, Vives recordó que hace semanas, la posibilidad de que el PT mantuviera el registro era mínima.
Como seguramente recuerda, el INE retiró el registro al Partido del Trabajo. Acto seguido, el PT impugnó. En respuesta, el Tribunal Electoral dio la razón al partido. Días después, el INE volvió a desaparecerlo. Finalmente, se determinó que la elección de Aguascalientes —donde fue necesario reponer el proceso en un distrito electoral—, serviría de fiel a la balanza. O si lo prefiere, determinaría si el PT tuvo —o no—, los votos para conservar el registro.
Hoy, luego de la elección hidrocálida y de la decisión del Consejo General del INE, sabemos que el Partido del Trabajo se salió con la suya. El conteo de votos favoreció al PT y seguirá viviendo del dinero público.
No obstante, el proceso tuvo aspectos negativos. Por ejemplo, para Vives fue extraño que el PRD y el Movimiento Ciudadano no participaran en el proceso. Es decir, que todos los votos de los llamados partidos de izquierda habrían sido para el PT.
De igual forma, el PRI —que había ganado la primera elección—, mantuvo una campaña de bajo perfil. Aun así, aunque el PAN fue el ganador, los tricolores se llevaron la diputación plurinominal.
Esta serie de comportamientos atípicos son, para Vives, anomalías graves que resultan de la decisión del Instituto Electoral. ¿Por qué? Porque al abrir la posibilidad de que el PT seguiría con vida, se fomentaron comportamientos viciados en los partidos.
Pero hay más. Horacio Vives trajo a cuenta que la Constitución mexicana establece que un partido tiene derecho a mantener el registro y a tener representantes plurinominales en la Cámara de diputados cuando consigue el 3 por ciento de los votos.
No obstante, el proceso irregular que siguió el PT lo dejó sin diputaciones de representación proporcional.
Esto, como se vea, genera un escenario peculiar. Después de todo, la conformación de San Lázaro no cuadra con el mandato constitucional.
Finalmente, explicó Vives, desde 1991 al día de hoy, unos 20 partidos han perdido el registro. En ninguno de estos casos, dijo el especialista, se esperó a las elecciones extraordinarias para definir si estos partidos seguían —o no con vida—; de igual manera, los procesos extraordinarios no se consideraron en la integración de la Cámara de Diputados.
Por eso, como ya dijo Horacio Vives, todas las evidencias apuntan a que el regreso a la vida del Partido el Trabajo es una de las interpretaciones constitucionales más bizarras en mucho tiempo. Y si no, al tiempo.