La Contraloría General de Venezuela, organismo controlado por el chavismo, inhabilitó al presidente interino, Juan Guaidó, para ejercer algún cargo público durante 15 años. El responsable del organismo, Elvis Amoroso, acusó a Guaidó de falsear y ocultar información de su patrimonio.
El contralor Amoroso se refirió a Guaidó como un “diputado en desacato” al asegurar que ha “usurpado funciones públicas y ha cometido acciones con gobiernos extranjeros que perjudican al pueblo de Venezuela”. Por ello, la Contraloría instó a la Fiscalía a que tome acciones legales correspondientes.
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Sin duda, estas declaraciones son un contraataque que el chavismo adelanta para sacar a Guaidó de la escena política y apagar los ecos de las protestas en contra de la dictadura de Nicolás Maduro.
Cabe recordar que el jefe de despacho de Guaidó y su mano derecha, Roberto Marrero, fue detenido la semana pasada bajo acusaciones de terrorismo, por lo que enfrentaría la posibilidad de pasar un largo tiempo en prisión.
