“El poder como negocio es una tradición lamentable”: Gabriel Zaid

Al momento de aceptar el poder, es momento también de pensar en todo lo que conlleva

Dar un servicio a personas abnegadas, es definitivamente tener poder, algo que para muchos es indeseable.

Los beneficiarios de estos servicios pueden terminar abusando y creyendo que merecen atención cada que deseen, hasta tal punto de esclavizar y no fijar límites al momento de exigir; desde padres de familia, hasta religiosos pueden terminar siendo esclavos de sus hijos y creyentes por el hecho de servirles.

Al momento de aceptar el poder, es momento también de pensar en todo lo que conlleva, es por eso que muchos huyen a ciertos nombramientos, solo los ambiciosos buscan tener el poder, aunque implique el poder como servicio.

Tener poder es también tener la razón, por eso los que abusan de él terminan asegurando que lo que parece estar mal, está bien, además de culpar por decisiones de administraciones anteriores a lo que pasa en el presente.

Columna “Poder y Verdad” por Gabriel Zaid