EL NUEVO DEDO PRESIDENCIAL

@pepecontreras_m

El presidente Andrés Manuel López Obrador resucitó una de las herramientas en las que descansaba, en buena medida, el régimen autoritario de partido único que encabezó el PRI durante 70 años: el dedo presidencial.

Solo que para tratar de esconder sus propios dedazos, les puso disfraz de encuestas, que es el método que Morena utiliza por excelencia para designar a quienes contenderán por algún cargo de elección popular de relevancia.

El dedo presidencial murió al mismo tiempo que el PRI perdió por primera vez la Presidencia de la República, en el año 2000. El dedazo encubierto de Ernesto Zedillo a favor de Francisco Labastida dejó de funcionar y por primera vez en muchas décadas, el ungido como candidato del oficialismo no ganó las elecciones.

En el 2018 Enrique Peña Nieto quiso revivir el método al designar por dedazo a José Antonio Meade como candidato presidencial del PRI, pero como todos sabemos, esa designación terminó en desastre. El método del dedazo ya había muerto varios años antes, pero había quienes no lo entendían.

Pero en política existe la resurrección. Y ahora, 14 de los 15 candidatos de Morena a gobernadores que competirán en las elecciones de este año fueron designados por el dedo presidencial. Falta por definirse San Luis Potosí, pero el método será el mismo.

Oficialmente, los candidatos a gobernadores fueron seleccionados mediante encuestas que nadie conoce, que nadie sabe quién las hizo ni con qué metodología. 

Es tan burda la maniobra, que en prácticamente todas las entidades ha habido reacciones de inconformidad de parte de los aspirantes que no fueron favorecidos con la decisión, muchos de los cuales llevarán el asunto hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

El uso de la nueva modalidad de dedazo llegó a niveles absurdos con la designación, dada a conocer el pasado miércoles, de Félix Salgado Macedonio como el candidato al gobierno de Guerrero, en lo que significó una rectificación respecto a la primera decisión que había sido tomada.

La primera opción del presidente era el ex súper delegado de programas sociales federales Pablo Amílcar Sandoval, y así se daría a conocer el pasado 17 de diciembre, cuando las huestes de Félix Salgado lo impidieron a gritos de “fraude”.

Para calmar los ánimos, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, anunció en el mismo evento que había 15 aspirantes y que se realizarían dos encuestas; una de reconocimiento para depurar nombres y otra, la definitiva, de popularidad.

Pues el “ganador” final de este proceso interno expres fue el rebelde Félix Salgado, quien representaba una amenaza de ruptura grave para Morena en ese estado si no era nominado.

¿Morena realizó dos encuestas –la de reconocimiento y la de popularidad— con 15 aspirantes en tan solo dos semanas?  Si así fue, se estaría confirmando la escasa credibilidad que tendrían esos ejercicios, que ninguna encuestadora profesional podría haber realizado en ese lapso.

OFF THE RECORD

**¿ARGÜENDE?

Dijo ayer el presidente López Obrador que se arma “un arguende” por el apagón registrado el pasado lunes, que afectó a 10 millones 300 mil personas.

Pero falsificar un oficio con todo y la firma de un funcionario de Tamaulipas para justificar una explicación inverosímil es algo más que un arguende; es un delito.

Y por cierto, seguimos esperando la explicación de las causas de dicho apagón.

**NI LOS VE NI LOS OYE

El INE determinó que el presidente de la República interfiere indebidamente en el proceso electoral en marcha al utilizar las conferencias mañaneras para pronunciarse en contra de los partidos de oposición.

Su proceder viola la Constitución, determinaron los integrantes de la Comisión de Quejas y Denuncias del INE.

Pero como es costumbre, el Ejecutivo ni los ve ni los oye.

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