El Frente Nacional por la Familia (FNF), ha asumido una posición de apoyo al aspirante a la jefatura de gobierno por el PRI, Mikel Arriola, luego de sus declaraciones en contra del aborto, la adopción homoparental y el matrimonio igualitario.
Rodrigo Iván Cortés, presidente de dicha agrupación católica, aplaudió la convicción personal del priísta y resaltó la importancia de su propuesta acorde a la Plataforma del Frente Nacional por la Familia Rumbo a 2018, un documento con 15 ejes temáticos que incluyen la exigencia de “proteger la vida desde el momento de la concepción”.
Al parecer, a Arriola ya le dio resultado la estrategia de buscar el voto de la derecha capitalina. El apoyo del Frente por la Familia puede ser un impulso importante para su campaña.
Sin embargo, cabe recordar que esta organización, identificada con posturas de ultraderecha, acarrea antecedentes polémicos por actos de intolerancia:
En junio de 2017, el entonces vocero de la organización, Juan Dabdoub Giacoman, le cerró le tapó violentamente la boca a una mujer que lo cuestionó acerca de las actividades del Frente. Al intentar justificarse, sólo dijo que tiene “las manos muy largas”.
Otro caso ocurrió en septiembre de 2016, cuando el entonces dirigente del FNF en Aguascalientes, Carlos García Villanueva, aseguró que el matrimonio igualitario y los derechos de la comunidad homosexual son ideologías que “se pretenden imponer a fin de limitar el crecimiento demográfico en determinados países y con ello acaparar la riqueza de las naciones por parte de grandes empresas”.
Esta agrupación cercana a los jerarcas de la Conferencia del Episcopado Mexicano, ha mantenido una cercanía al ex Arzobispo Norberto Rivera Carrera, y su influencia permea la redacción del semanario “Desde la Fe”.
La organización aglutina, laicos de clase media alta, un sector que estaba vinculado al PAN en años anteriores.
Ahora que el partido albiazul ha optado por una alianza con el PRD, partido impulsor de la reformas de adopción y matrimonio igualitario, no cabe duda que parte de su electorado pasará a manos del PRI, aunque al tricolor difícilmente le alcanzará para obtener el triunfo en la capital.
