El embarradero de Lozoya ha dejado como saldo… ¡Un detenido!

Lozoya ha sido incapaz de presentar las pruebas que le prometió a la FGR

Denuncias Odebrecht
Foto: AN

El embarradero de Lozoya. Mañana se cumple el último  plazo otorgado –hasta el momento–, por el Poder Judicial al exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya Austin; para que entregue las pruebas de los señalamientos que hizo en contra de un sinfín de personajes, a quienes acusó de cometer actos de corrupción en el caso Odebrecht.

El embarradero de Lozoya

Pero Lozoya no tiene esas pruebas. Tan no las tiene, que solicitó al juez de la causa una nueva prórroga –¿Oootra?–,  para según él; ahora sí entregar esas pruebas que le permitan a la FGR proceder en contra de sus señalados y a él conservar su libertad.

Lozoya pide más tiempo para reunir pruebas, pero FGR se opone

Desde que llegó extraditado a México, Lozoya se dedicó a hacer un embarradero desde la comodidad de su casa; a cambio de seguir su propio proceso en libertad.

Pero ese embarradero home office, con el que enlodó a más de 70 personajes, entre los que se encuentran políticos del PRI, del PAN y de hasta de Morena; sólo ha dejado como saldo un detenido: el exsenador panista José Luis Lavalle, quien está acusado de lavado de dinero.

El embarradero que hizo Lozoya incluye a los ex presidentes Enrique Peña Nieto, Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón; al exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray, al excandidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya; al excandidato presidencial del PRI, José Antonio Meade; a la periodista Lourdes Mendoza y a varios ex legisladores del PRI y del PAN.

Para que se aplique la figura de criterio de oportunidad, a la que se acogió Lozoya para permanecer en libertad, debe aportar información que sirva para procesar penalmente a sus superiores; que en este caso, solo serían el exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray, y el expresidente Peña Nieto.

Pero Lozoya ha sido incapaz de presentar las pruebas que le prometió a la FGR. El juez ya le concedió cinco prórrogas y él quiere una sexta. Si no le es concedida, se le podrían terminar sus vacaciones y ya no podrá ir a comer al Hunan.

JC