El sector del que más se espera un impacto positivo en esta cuarta transformación es el de la seguridad. Con decenas de muertos diarios, violencia, robos, secuestros y venta de drogas, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador parecía una nueva esperanza, aunque tal vez no sea del todo cierto.
Y es que tras el anuncio de la “desaparición” de la Policía Federal, las demandas y los trapos sucios comenzaron a salir, aunque habrá que recordar que esta institución no hizo tan mal su trabajo en el sexenio anterior.
Los policías federales fueron los encargados de detener hasta varios implicados en cárteles de la droga, entre los que destaca Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, y Edgar Valdés Villarreal “La Barbie”, integrante del Cártel de los Beltrán Leyva, dos de los narcotraficantes más famosos y más buscados nacional e internacionalmente.
A ellos se suma Servando “La Tuta” Gómez quien fue líder de la Familia Michoacana y detenido el 27 de febrero de 2015 en Michoacán. Del mismo grupo delictivo, la Policía Federal abatió a Nazario Moreno González el 9 de diciembre de 2010 en la comunidad de El Alcalde, Michoacán.
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