El Chapo, tres capturas, dos gobiernos y dos fugas

Hace unos instantes, el presidente Enrique Peña anunció la reaprehensión de Joaquín, el Chapo, Guzmán.

Como sabe, el narcotraficante se fugó de un penal de alta seguridad –el Altiplano–, la noche del 11 de julio del año pasado.

Desde entonces, el gobierno de la República encabezó un complejo operativo para recapturar al hombre más buscado del país y, según algunos, del mundo.

Con alguna frecuencia, se habló de operativos, de enfrentamientos e incluso de muertos en la zona de Sinaloa y Durango. Es decir, el área donde el Chapo permanecía escondido.

Y finalmente hoy, seis meses después de la segunda fuga del narcotraficante, se confirmó que la Marina mexicana logró aprehender al criminal.

Llama la atención que, a inicios de esta semana, el reputado Diario estadounidense, The New York Times, cuestionó con severidad al gobierno de Enrique Peña por –según el periódico–, no haber ofrecido una explicación sólida a propósito de la fuga del Chapo.

Sin embargo, hoy es evidente que el Diario neoyorquino no hizo su trabajo. Hoy queda expuesto que la publicación que maneja el empresario Carlos Slim habló muy pronto y no supo ver que el gobierno federal estaba en movimiento para recapturar al capo de capos.

En un par de horas, el gobierno federal ofrecerá un conferencia de prensa para dar los detalles de la recaptura. No obstante, desde ya es evidente que estamos ante uno de los mayores logros de la administración de Enrique Peña. Cierto, se trata de la corrección de una grave falla; no obstante, la recaptura es un duro golpe en contra del crimen organizado, es un respiro enorme para el gobierno federal y es, además, un fenómeno que ocurre en el umbral del periodo electoral.