Marcelo Ebrard, el elegido por Andrés Manuel López Obrador para ser el próximo titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, tendrá que ser el puente con diversos países, incluido Estados Unidos de Donald Trump, cuando en el pasado reciente, el exjefe de Gobierno fue cercano a la oponente del magnate republicano, Hillary Clinton.
Ebrard Casaubón participó en el proceso electoral de 2016 en la Unión Americana como impulsor del voto latino en favor de la demócrata y ex candidata a la presidencia de nuestro vecino país del norte.
El ex perredista inició dicha campaña tras haber escuchado el discurso de Trump y determinar que sus declaraciones eran populistas (¿?), lo que representaba un riesgo para México.
Previamente, durante su paso por Estados Unidos, trabajó con la organización “Voto Latino”, así como con otros grupos de inscripción y participación de votantes en California, Arizona, Florida, Chicago, entre otros lugares.
En una entrevista que The New Yorker le hizo a Marcelo Ebrard en 2016, el próximo titular de la SRE aseguró que, de ganar Trump, “se tendrá una sociedad creada por una opinión xenófoba, y eso también tendrá un impacto, incluso en aquellos que son ciudadanos. Si su apellido es Martínez o porque usted habla español, la vida cotidiana se volverá más difícil”, dijo.
Ahora, el futuro canciller tendrá que enfrentarse directamente con Donald Trump. Ir en contra de la polémica deportación de migrantes de México y América Latina, el muro fronterizo y mantener sus declaraciones cuando comparó –en entrevista a The New Yorker— al magnate neoyorquino con Adolfo Hitler.
