Distribución y pobreza

Coneval ha publicado las mediciones de pobreza para 2018, con base en los datos que produce la ENIGH que levanta INEGI cada dos años. Si quiere uno ser positivo, el porcentaje de mexicanos viviendo en pobreza es el menor desde 2008, que es la serie comparable que tenemos. Desafortunadamente, sigue siendo un porcentaje muy elevado: 41.9% de la población, más de 52 millones de personas. También baja la pobreza extrema, a 7.4% del total, pero sigue afectando a casi 10 millones de compatriotas.

La distribución de la pobreza, como todo en México, es muy desigual. Como usted sabe, la intuición de esta columna es que la mejor forma de analizar regionalmente el país es dividiendo en el paralelo 20, que pasa al norte de la Ciudad de México y al sur de Yucatán. Hay al norte de esa línea 20 entidades federativas, y al sur nada más 12, pero ambas tienen más o menos la mitad del PIB, según los datos estatales al 2017.

Bueno, con ese corte (los estados frontera, que acomodo en el sur, son Michoacán, Estado de México, Tlaxcala, Puebla y Veracruz), resulta que al norte del paralelo 20 sólo cinco entidades tienen más de 40% de pobreza: Guanajuato, Hidalgo, San Luis Potosí, Yucatán y Zacatecas. Al sur, sólo una entidad tiene menos de ese 40%, la Ciudad de México. En promedio, la pobreza al norte del paralelo alcanza al 31% de los habitantes, mientras que al sur es del 52%, poco más de veinte puntos de diferencia.

Es en el sur donde tenemos los peores datos: Morelos, con 51%; Tabasco, con 54%; Puebla, con 59%; Veracruz, con 62%; Guerrero y Oaxaca, con casi 67%, y Chiapas, con 76%.

Aunque seguramente hay muchas causas detrás de la pobreza, especialmente por la medida multidimensional de Coneval, el crecimiento económico es sin duda un factor a considerar. Las 20 entidades que se encuentran al norte del paralelo 20 crecieron a un ritmo de 3.5% anual de 2010 a 2018 (utilizando el índice trimestral de actividad económica estatal de INEGI). Las 12 que están al sur crecieron nada más 2% en esos años. El promedio nacional (que no necesariamente es igual al PIB) fue de 2.8%. Otra vez, al sur apenas hay cuatro entidades con crecimiento promedio superior al 3% anual en esos nueve años: Ciudad de México, Estado de México, Puebla y Michoacán. Al norte, cuatro que crecieron menos del 3%: Nayarit, Durango, Tamaulipas y Zacatecas. Pero ahí encontramos también a Aguascalientes creciendo 5.6% durante 9 años, Baja Sur al 5.5%, Quintana Roo al 5%, y Querétaro y Guanajuato casi lo mismo.

Te puede interesar | Inegi y Banxico reporta quinta caída consecutiva en confianza del consumidor

Ahora bien, durante los seis meses iniciales de la actual administración (que inicia en octubre, propiamente hablando), el comportamiento de la economía ha sido menos bueno, pero ha resultado peor al sur del paralelo 20. Mientras que al norte el ritmo bajó de 3.5 a 2% anual, al sur la caída fue de 2 a -0.1%. En esos seis meses que tenemos de información, ya no hubo entidad al sur del paralelo que se acercase a 3%, y varias entraron en terreno negativo. El peor caso sin duda es Tabasco, con una contracción de -10%. Al norte hay sólo dos que se contraen: San Luis Potosí, -0.3%, y Zacatecas, con -3%.

Me pareció importante comentarlo con usted porque ya habíamos visto que la contracción de la economía interna no había golpeado tanto al sector externo, de forma que se podría esperar que el daño fuese mayor precisamente en las entidades más pobres del país. No tiene nada de raro, cuando uno recuerda que las crisis autoinfligidas (como 76, 82, 86 o 94) fueron iguales: golpearon al sur más que al norte. Por eso no había que experimentar, pero ahora ya ni modo.