Este martes, el Partido Encuentro Social oficializó la candidatura de Fausto Vallejo a la alcaldía de Morelia.
A pesar de el líder estatal del PES, Javier Valdespino anunció que la candidatura a la presidencia municipal de Morelia quedaría fuera del convenio de la coalición “Juntos haremos historia”, en los demás municipios de la entidad la alianza sigue con Morena.
Es decir, que por el error de cálculo por parte de Fausto Vallejo –al adelantarse a su “purificación”– se cayó la formalización de esta en el proceso de registro.
Y es que la opinión pública se volcó de inmediato sobre la polémica figura del exgobernador Vallejo, debido a los nexos de su hijo Rodrigo con el líder del cártel de los Caballeros Templarios, Servando Gómez “La Tuta”.
Tanto le reprochó a AMLO la opinión pública la suma de este personaje, que el tabasqueño tuvo que decir: “No, no, no, no está aprobado por ningún partido. ¿Quién lo anuncia?, ¿pero quién lo hizo? (…) No, no, no, no está autorizado por estos partidos”
Pero como lo habíamos detallado en este espacio el pasado 10 de enero, la adhesión de Fausto Vallejo se estaba cocinando desde el mes de septiembre de 2017, cuando Rocío Nahle la coordinadora de diputados de Morena coincidió con Vallejo Figueroa en el informe y renuncia del diputado Fidel Calderón al PRD.
En los hechos, el “deslinde” no le salió al dueño de Morena que aún mantiene su alianza en las demás regiones de la entidad donde aun se siente la presencia del crimen organizado y es un campo fértil para la promesa de amnistía que AMLO ha venido proponiendo. Por eso necesita a sus aliados, aunque sea “por debajo del agua”.
