DIA DE MUERTOS. TRADICIÓN, PÉRDIDAS Y DUELOS

La Tradición del día de Muertos en nuestro país es considerada como el resultado de un sincretismo entre la cultura prehispánica y la hispana

Dra. María Elena

Por: Psic. Ma Elena Salazar P.

DIA DE MUERTOS. TRADICIÓN, PÉRDIDAS Y DUELOS

Pan de muerto, calaveritas de azúcar, calabaza y camote en dulce, papel picado, veladoras, incienso, flores de cempasúchil, y las bebidas y platillos favoritos de las personas fallecidas, forman parte de los altares que se levantan en las casas de los mexicanos con el único objetivo de ofrecer la bienvenida y una buena estancia a las almas de nuestros antepasados que los días 1 y 2 de noviembre llegan para compartir con los vivos.

La creencia marca que el 28 de octubre se rememora a aquellos que encontraron la muerte en un accidente o de manera trágica, el día 30 a las almas de quienes no alcanzaron a ser bautizados. El día 1 de noviembre se recibe a las almas de los niños y el día 2, a los adultos.

La Tradición del día de Muertos en nuestro país es considerada como el resultado de un sincretismo entre la cultura prehispánica y la hispana.

El 7 de noviembre de 2003, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró el Día de Muertos como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

De acuerdo con esta tradición mexicana, la fiesta de los muertos es una celebración a la muerte como figura. Esta celebración lleva a los siguientes cuestionamientos: ¿La muerte de un ser querido siempre se vive desde un ambiente festivo? ¿Cómo se da el proceso de duelo ante la muerte de una persona querida? 

Se dice que la muerte es parte de la vida, es el desenlace necesario de toda la vida, como si cada uno de nosotros debiera a la naturaleza una muerte (Henry IV, en Freud 1935). En ese sentido se supone que se tendría que estar preparado para saldar esa deuda; es decir, que la muerte era algo natural incontrastable e inevitable.

El duelo es, de manera general; la reacción de sufrimiento que puede experimentar cualquier individuo frente a la pérdida por muerte de una persona amada. Durante el mismo se pueden dar alteraciones de la conducta normal en la vida de una persona —alteraciones en los hábitos de sueño, de alimentación, en la forma de vestir, en el carácter—, pero que no se consideran como un estado de enfermedad. 

FASES DEL DUELO

El duelo tiene un periodo de duración, y culmina con la restauración del equilibrio perdido durante el mismo; se distinguen 5 faces (Kubler-Ross 1969): 1) La Negación, caracterizada por la dificultad para aceptar la muerte del ser querido. 

2) El Enojo, en donde el sujeto que atraviesa por un duelo, lo invade la ira y el enojo por no poder controlar lo incontrolable, la muerte.

3) La Negociación, en donde la persona inicia a experimentar la aceptación junto con la resignación. En esta fase se hace más patente la posibilidad a sufrir algún tipo de enfermedad como pudieran ser, la gripa, el dolor de cabeza, malestar estomacal, dolor muscular, como una forma de depositar en el cuerpo el dolor emocional que no quiere sentir.

4) La Depresión.- Es la fase del sufrimiento como tal por la pérdida de la persona amada.  Se acepta la muerte del ser querido y se vive el sufrimiento de una manera más intensa y que en algunos casos, la depresión puede tornarse patológica y la persona requerirá atención especializada.

5) La Aceptación, en donde el doliente aceptará y buscará reparar el vacío que siente por la ausencia. Es una etapa de adaptación a la nueva situación y de abrir la posibilidad a integrar nuevas personas a la vida del sujeto.

El proceso de duelo es una forma sana de enfrentar y procesar el dolor por la perdida de la persona amada que además le brinda al sujeto doliente la oportunidad de convidarle a la persona que partió para siempre, la Fiesta de los Muertos…